El ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, respondió nuevamente a la controversia generada por sus recientes declaraciones sobre la patria potestad de los menores en Colombia, asegurando que fueron sacadas de contexto y que su intención siempre ha sido salvaguardar la vida y el bienestar de los niños frente al avance de la fiebre amarilla.
Durante la presentación de las estrategias implementadas por el Gobierno para contener el brote de esta enfermedad, el ministro insistió en que los padres no deberían negarse a vacunar a sus hijos, argumentando que, ante una emergencia sanitaria, es el Estado quien debe garantizar los derechos fundamentales de los menores. En diálogo con W Radio, Jaramillo explicó: “Cuando se pone en riesgo la salud de los niños, debe intervenir el Estado; es un deber constitucional priorizar sus derechos”.
Sus declaraciones originales generaron polémica al afirmar en rueda de prensa que la patria potestad de los menores de edad recae en el Estado en casos de emergencia sanitaria, lo que permitiría al ICBF intervenir si los padres se oponen a la vacunación. Citó como ejemplo a una alcaldía que ya ha reportado más de 20 casos al Instituto Nacional de Salud para lograr que se apliquen las vacunas a los menores, incluso sin el consentimiento familiar.
El contexto que rodea esta situación es el incremento de casos de fiebre amarilla en el país. Según el Ministerio de Salud, entre 2024 y lo corrido de 2025, se han confirmado 70 casos, con un saldo de 33 fallecimientos. Solo en lo que va del año, se han detectado 47 casos y 20 muertes, siendo Tolima el departamento más afectado, con 41 contagios. También se han registrado casos en Caquetá, Meta, Putumayo y Caldas, además de infecciones en primates en Tolima y Huila.
Jaramillo reiteró que su postura no busca imponer decisiones autoritarias, sino actuar con responsabilidad ante una situación de salud pública que ya ha cobrado numerosas vidas.