Entre 2021 y 2024, las tarifas de energía eléctrica residencial en Colombia han experimentado un alza promedio anual del 15,3%, constituyendo el mayor aumento registrado en más de dos décadas. Así lo revela un análisis de Corficolombiana, que atribuye esta escalada a la indexación de precios, el impacto del fenómeno de El Niño y la falta de nuevos proyectos de generación eléctrica.
Aunque el fenómeno es generalizado a nivel nacional, la situación en la Costa Atlántica es particularmente alarmante. En esta región, las tarifas superan en un 18% el promedio nacional, una disparidad que se explica por mayores pérdidas de energía y la aplicación de la opción tarifaria, un mecanismo diseñado para mitigar los efectos del incremento de precios, pero que ha generado saldos significativos a las comercializadoras.
A abril de 2024, las empresas Afinia y Air-e, que operan en la Costa Caribe, acumulaban deudas por concepto de la opción tarifaria que ascienden a 1,6 billones y 664.000 millones de pesos, respectivamente, representando el 50% de la deuda total en el sector.
Pese al notable incremento en las tarifas, el estudio destaca que los precios de la electricidad en Colombia se mantienen en la media regional. Aunque son superiores a los de Ecuador y Brasil, siguen siendo más bajos que en Chile y Perú; no obstante, el sostenido aumento ha generado preocupación entre los consumidores, quienes han visto un impacto directo en sus facturas, en medio de un contexto energético marcado por incertidumbres climáticas y estructurales.