Mientras realizaban la jornada de revacunación contra la fiebre aftosa en predios de Uribia, dos vacunadores y un conductor informaron que fueron retenidos durante 28 horas por la guardia armada de Venezuela.
El hecho se habría presentado en la vereda Flor del Paraíso, momentos en que salían del predio Arroyo Guerrero, en donde acababan de vacunar los bovinos y se movilizaban por la vía de la región muy cerca de la frontera con Venezuela, según informó Ever Enrique Carrillo Navarro, coordinador del programa de revacunación.
Asimismo, señaló que los vacunadores ejercían las actividades propias de la campaña contra la fiebre aftosa que realiza actualmente de manera conjunta el ICA y Fedegán.
Se trató de los vacunadores Claudio Arpushaina Pushaina y Armando Enrique Gutiérrez Álvarez, de 52 y 41 años de edad, respectivamente, quienes son conocedores de la zona porque se han dedicado a esta actividad durante muchos años. También fue retenido el conductor José Domingo Gómez Epiayú, de 21 años de edad.
Los hechos
Los tres fueron privados de la libertad en contra de su voluntad desde el pasado martes 12 de febrero de 2019 a las 6 de la tarde y los liberaron el día siguiente a las 10 de la noche.
“Nos enteramos de los hechos cuando estas personas se pudieron comunicar, el jueves en la mañana”, informó el coordinador del programa.
Relataron que se movilizaban en una camioneta 4×4, y de pronto encontraron un retén de hombres vestidos con prendas militares que portaban las insignias de la Guardia Nacional del vecino país, quienes les ordenaron detenerse.
Al preguntarles a qué se dedicaban y estos responderles, los retuvieron sin manifestarles razón alguna y se los llevaron en un bus de servicio público acompañados por la respectiva camioneta que era conducida por uno de los soldados.
De acuerdo con William Lorduy Mejía, zootecnista del proyecto local de revacunación, los movilizaron durante 30 minutos hasta una base militar ubicada en el municipio de Paraguaipoa, en Venezuela. Al llegar allí los entrevistaron de manera individual en unas habitaciones y los acusaron de ser espías y los amenazaron de muerte.
Agregó que posteriormente los esposaron y los encerraron en los baños de las instalaciones y 28 horas después los dejaron en libertad.
Decomisos
Se conoció que no solo los retuvieron sino que les decomisaron las neveras en donde portaban las vacunas, junto con las jeringas y otros equipos que utilizan para esta tarea.
También les quitaron los teléfonos celulares y al vehículo en el que se movilizaban le extrajeron el radio y le arrancaron los espejos.
Finalmente, “los militares ordenaron a los vacunadores salir de la zona y no regresar a la misma”, sostuvo Carrillo Navarro.
Fuente Contexto Ganadero