El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, hizo un llamado urgente a las entidades territoriales para reforzar el control sobre el uso de pólvora, con ocasión del inicio de la temporada navideña, tomando en cuenta que a la fecha ya se reportan numerosos casos de quemaduras, especialmente en niños y niñas.
“Hay una prohibición para el manejo de la pólvora, infortunadamente no muy bien atendida en algunos territorios. Hay alcaldes y gobernadores que hacen muy buena labor, pero hay otras entidades territoriales que son muy laxas en la obligación de controlar algo que termina haciendo grave daño, especialmente en niños y adolescentes”, precisó el ministro.
El titular de la cartera de Salud se refirió a la circular expedida por este ministerio y por el Instituto Nacional de Salud (INS), en la cual se establecen directrices para la vigilancia intensificada, prevención y atención de lesiones ocasionadas por pólvora pirotécnica e intoxicación por fósforo blanco, durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Jaramillo indicó que se busca que las distintas entidades cumplan con lo ordenado, ya que “es un tema que siempre se nos presenta en los diciembres y terminamos sufriendo las consecuencias por un inadecuado control”.
En Colombia, las celebraciones de fin de año y las festividades de enero suelen estar marcadas por un aumento en las lesiones causadas por el uso de pólvora pirotécnica, que se producen durante actividades relacionadas con la manipulación, transporte, almacenamiento, fabricación, comercialización y uso de productos. Además, en esta época del año se incrementan los casos de intoxicaciones por consumo de bebidas alcohólicas adulteradas con metanol y por la exposición a artefactos pirotécnicos con fósforo blanco, a pesar de estar prohibidos, de acuerdo con la Ley 670 de 2001.
Estos eventos tienen un impacto significativo en la salud pública del país, debido al riesgo de lesiones permanentes e incluso la muerte, así como efectos sociales, económicos y ambientales. La población más vulnerable son los niños, niñas y adolescentes, quienes, por su menor percepción y capacidad para gestionar riesgos, están más expuestos a sufrir lesiones e intoxicaciones.
Para el período 2023-2024, el país reportó un total de 432 menores de 18 años lesionados por pólvora, lo que representa un incremento del 21% en comparación con el período anterior. De estos casos, 39 menores sufrieron lesiones mientras estaban bajo la supervisión de un adulto en estado de embriaguez, evidenciando la necesidad urgente de reforzar las medidas de prevención y concienciación sobre el uso responsable de la pólvora y el consumo de alcohol durante las festividades.
En este mismo periodo, 2023-2024, también se registró un aumento en el número de adultos lesionados por pólvora. En total, 934 adultos sufrieron lesiones, lo que representa un incremento del 17,3% en comparación con el período anterior. De estos casos, 376 ocurrieron mientras los adultos estaban bajo los efectos del alcohol, una situación que agrava los riesgos asociados al uso de pólvora.