Han pasado dos meses desde que David Santiago Chaparro Jaimes, un joven estudiante de 22 años de las Unidades Tecnológicas de Santander (UTS), fue gravemente herido al ser arrollado por una patrulla de la Policía Metropolitana de Bucaramanga. A pesar del tiempo transcurrido, su familia continúa esperando respuestas y clama por justicia para que el caso no quede en la impunidad.
El accidente ocurrió el 12 de febrero, alrededor de las 10:30 de la noche, en la conocida Curva de la Virgen. Según el informe preliminar de la Dirección de Tránsito y los testimonios recogidos, el joven fue embestido mientras se desplazaba en su motocicleta, luego de que la patrulla presuntamente invadiera su carril en un intento por adelantar a otro vehículo. Santiago se dirigía a casa tras haber asistido a un entrenamiento, ya que soñaba con ingresar a las divisiones inferiores del Atlético Bucaramanga.
La gravedad del impacto lo dejó en coma durante 20 días. Fue diagnosticado con múltiples fracturas en el rostro y el cráneo, y permaneció un mes en cuidados intensivos en el Hospital del Norte. Actualmente, su estado de salud sigue siendo delicado debido a una infección adquirida durante su hospitalización.
Eliana Chaparro, tía del joven, lamentó la falta de atención e interés por parte de las autoridades, indicando que, aparte de una llamada inicial, la Policía no ha mantenido contacto con la familia ni ha brindado apoyo durante el proceso. “Ha sido terrible. Solo pedimos que se investigue lo que pasó y se haga justicia”, declaró conmovida.
Hasta el momento, la Policía Metropolitana de Bucaramanga no ha emitido ningún pronunciamiento oficial sobre el caso, mientras la familia de Santiago sigue enfrentando la angustia y el silencio institucional.