Un plan de flujo controlado de miles de migrantes en tránsito hacia EE.UU., acordaron este viernes las cancilleres de Panamá y Colombia.
Tras una reunión en San Vicente, provincia del Darién, la canciller panameña Erika Mouynes y su homóloga Marta Lucía Ramírez, insistieron en la necesidad de que los países de origen, tránsito y destino de estos migrantes, en su mayoría haitianos que están saliendo de Chile, se involucren para dar una solución.
Por ello, anunció que el próximo lunes autoridades de seguridad, migración y de la Cancillería viajarán a Colombia «para determinar un número o una cuota» de migrantes que puedan cruzar diariamente y «ser recibidos de una manera segura y ordenada en el lado panameño».
Entretanto, la vicepresidente y canciller Martha Lucía Ramírez anunció que en la reunión del lunes se definirá como saldrán y de qué manera se organizará el tráfico de los migrantes y así, responsablemente, poder controlarlo, “ojalá podamos también que tener controles biométricos, sanitarios», añadió.
Mouynes y Ramírez destacaron, además, que esperan que se consigan «soluciones realmente conjuntas» al tema de este flujo migratorio en la reunión ministerial convocada por Panamá para el próximo 11 de agosto, en la que ya han confirmado sus participación Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Costa Rica.
Cabe recordar que alrededor de 10.000 migrantes están represados en Necoclí, Antioquia, esperando cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Según datos oficiales, en lo que va de este año han cruzado hacia Panamá 49.000 migrantes, la mayoría de nacionalidad haitiana y cubana.