La ONG Human Rights Watch (HRW), en un reciente informe sobre la situación migratoria que presentó al Gobierno colombiano, denunció que el Clan del Golfo viene ejerciendo un control absoluto en la migración que pasa desde el país hacia Panamá, a través de la selva del Darién.
Este grupo criminal se encarga del negocio de los barcos que zarpan de Necoclí y Turbo, en Antioquia, ante la falta de presencia estatal en esta zona crucial para la migración ilegal.
Juanita Goebertus, directora para las Américas de Human Rights Watch, detalló que el Clan del Golfo, ha establecido una presencia total en la región, mientras que la respuesta del Gobierno es prácticamente inexistente.
«El Ministerio de Defensa de Colombia estima que el Clan del Golfo recauda un promedio de US$125 por cada persona que cruza el Darién. Si la estimación es exacta, este grupo armado puede haber ganado un total de US$65 millones en 2023 por cuenta del control de esta ruta migratoria», sostuvo Juanita Goebertus.
Indicó que los escasos funcionarios de Migración Colombia presentes en el área, apenas logran recopilar documentos, lo que evidencia la falta de control migratorio y de seguridad efectiva en el territorio.
Según Goebertus, esta cifra refleja no solo la magnitud del tráfico de personas, sino también la grave crisis humanitaria que enfrenta la región.
También expresó su preocupación por el control que el Clan del Golfo tiene sobre estas rutas migratorias. Aunque el Gobierno ha compartido esta inquietud y ha prometido avanzar en mecanismos para fortalecer la seguridad en el Darién, la situación actual sigue siendo crítica.
Por otra parte, sostuvo que a pesar de los esfuerzos de algunos gobiernos latinoamericanos para acoger a migrantes y solicitantes de asilo, las políticas regionales suelen ser insuficientes. Entre las razones están los plazos restrictivos, los procedimientos complejos, los requisitos de documentación onerosos y los retrasos administrativos.
Aunque se esperaba la presencia del presidente Gustavo Petro al encuentro con HRW, este no asistió a la reunión en la que sí estuvieron presentes el canciller Luis Gilberto Murillo, el director de Migración Colombia, Fernando García, y el Alto Comisionado de Paz, Otty Patiño.
La semana anterior autoridades panameñas hallaron un campamento clandestino de migrantes en el tapón del Darién.