Un sismo de moderada intensidad sacudió en la madrugada del martes, el oeste de Haití causando al menos tres muertos y heridos, mientras el país caribeño lucha por recuperarse de las inundaciones del fin de semana donde fallecieron 42 personas.
Este balance pone de manifiesto la vulnerabilidad del país ante las catástrofes naturales, cuando apenas inicia la temporada de ciclones.
Paralelo a esta emergencia, un sismo de magnitud 4.9 sacudió el aislado departamento de Grand’Anse, a casi 300 kilómetros al oeste de la capital Puerto Príncipe, a una profundidad relativamente baja de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Las autoridades nacionales dicen que al menos cuatro personas murieron. Tres de los muertos son miembros de la misma familia y murieron cuando su casa se derrumbó, declaró a la AFP Christine Monquele, jefa de Protección Civil en Grand’Anse. Al menos otras 36 personas resultaron heridas.
“La ONU está lista para trabajar con las autoridades haitianas y otros socios para ayudar a reducir el sufrimiento de los necesitados como consecuencia del terremoto”, dijo Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
“Estamos profundamente apenados por la pérdida de vida, destrucción de propiedades y el sufrimiento de los haitianos que ha causado el terremoto”, señaló Dujarric, que recordó que este desastre se suma a la tragedia de las inundaciones vistas en los últimos días.
Según dijo, los servicios humanitarios de Naciones Unidas están trabajando con otras agencias de la organización para apoyar a la población alrededor de Puerto Príncipe que se ha visto muy afectada por las fuertes lluvias.
Entre otras cosas, explicó, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha repartido ya unas 350.000 raciones de comida caliente. Pero la continua inseguridad y el daño a las carreteras “están obstaculizando los esfuerzos de socorro”.
Con información de AFP, EFE y Reuters