De acuerdo a Unicef en América Latina y el Caribe (ALC), siete de cada diez niños y niñas en tránsito tienen menos de 11 años, de este grupo 99.995 menores de edad transitaron por la selva del Darién entre enero y octubre pasado.
Una cifra que deja muy atrás la de 40.438 registrada en todo el 2022, según las estadísticas oficiales panameñas, explicaron a EFE fuentes de Unicef, que agregaron que esta tendencia se mantiene en otros puntos migratorios de la región.
El organismo destaca que la región presenta una de las situaciones de migración infantil más complejas, con flujos migratorios cada vez más grandes e interconectados, a los que se suman desplazamientos internos, la violencia y fenómenos relacionados con el clima.
El Director Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, Garry Conille, destacó que “este año en América Latina y el Caribe, se ha alcanzado una cifra récord de niños y niñas en tránsito en las principales rutas migratorias.
Y lo que es aún más preocupante, el grupo mayoritario de niños y niñas migrantes está formado por menores de 11 años. Este grupo de migrantes corre especial riesgo de sufrir malnutrición, enfermedades infecciosas, separación familiar y diferentes formas de abuso”, advirtió el funcionario.
El funcionario explicó que para el 2024, se calcula que 16,4 millones de niños y niñas en América Latina y el Caribe necesitarán apoyo humanitario a causa de las crisis actuales, entre las que se incluyen los flujos migratorios y el desplazamiento interno, la violencia y las necesidades humanitarias relacionadas con los desastres.
En ese sentido este organismo hizo un llamado para para recaudar 711,5 millones de dólares con el fin de apoyar la preparación y respuesta de emergencia ante crisis emergentes, lo que incluye proporcionar a niños, niñas, adolescentes y sus familias acceso a servicios esenciales en su recorrido migratorio.
Asimismo, estarían brindando intervenciones integradas para facilitar el acceso de los niños y niñas a servicios de educación, salud y protección en las comunidades de acogida.
De acuerdo a lo expuesto por Unicef con esta recaudación se podrá responder a las necesidades de emergencia y a largo plazo de los niños, niñas y mujeres más vulnerables en ALC y también a todos los desplazados internos, afectados por la violencia y por los peligros relacionados con el clima.
“Se espera que el próximo año las consecuencias del fenómeno El Niño sean aún más devastadoras, con sequías en América Central y lluvias torrenciales en el sur. Los niños y niñas serán los primeros en perder el acceso a los servicios de salud, nutrición, educación y protección.
Estas condiciones meteorológicas extremas crearán un efecto dominó que limitará el acceso al agua potable, aumentará los niveles de inseguridad alimentaria y malnutrición infantil”, añadió Conille.
Las contribuciones de los donantes en 2023, UNICEF y sirvieron para brindar atención a cerca de 5,2 millones de migrantes y refugiados acceso a la atención primaria de la salud, vacunas, servicios de nutrición, instalaciones de agua y saneamiento y educación.
También se brindó apoyo psicosocial, cuidado alternativo y propiciar la reunificación de menores no acompañados con sus familias, entre otros servicios de protección de la infancia.