Un nuevo informe de ONU Mujeres afirma que «Seis meses después del inicio de la guerra (en Gaza) (…) unas 6.000 madres, y 19.000 niños han quedado huérfanos» cifra que eleva a 10.000 la cifra total de mujeres asesinadas.
El informe revela que, además, «más de un millón de mujeres y niñas casi no tienen alimentos, ni acceso a agua potable, letrinas, lavabos o compresas, y las enfermedades crecen en medio de unas condiciones de vida inhumanas».
Ante esta realidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un nuevo llamamiento al alto el fuego para que en la Franja pueda entrar ayuda humanitaria que contribuya a reconstruir hospitales, entre ellos el de Al Shifa, que ha quedado «básicamente destruido» tras una reciente incursión israelí.
El portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, tras una nueva misión de la agencia sanitaria de la ONU al devastado centro médico en la ciudad de Gaza señaló que «La dirección está intentando limpiar el servicio de urgencias (pero) el trabajo es ingente para hacer sólo una limpieza, por no hablar de conseguir suministros».
Sólo un tercio de los 36 hospitales de la Franja siguen funcionando, lo que significa que es esencial «preservar lo que queda» del sistema sanitario del enclave, insistió Jasarevic.
Según las autoridades locales, y varias agencias de la ONU, las necesidades siguen siendo enormes, con más de 76.000 heridos, han advertido en repetidas ocasiones de que se han llevado a cabo amputaciones y partos por cesárea sin anestesia.
«Una vez más, hacemos un llamado para que el mecanismo de comunicación sea eficaz, transparente y viable», declaró el funcionario de la OMS, refiriéndose al sistema de autorizaciones utilizado por las organizaciones humanitarias en colaboración con las partes beligerantes para tratar de garantizar que los convoyes de ayuda no sean objeto de ataques.
El protocolo de mitigación de fuego sigue siendo motivo de preocupación después de que siete trabajadores humanitarios de la ONG World Central Kitchen murieran en ataques aéreos israelíes el primero de abril y dos centenares de trabajadores de la ONU.
Pero «más de la mitad» de las misiones de la OMS previstas entre el pasado octubre y finales de marzo «han sido denegadas o retrasadas o se enfrentan a otros obstáculos, por lo que tienen que ser pospuestas, así que realmente necesitamos ese acceso», insistió Jasarevic, en medio de las repetidas advertencias de los trabajadores humanitarios sobre la inminente hambruna en la Franja de Gaza.