Con una profundidad de 120 metros y una capacidad para bombear a diario 45.000 litros de agua, se entregó este jueves un pozo para beneficio de la comunidad wayuú Tutchonka, ubicada en zona rural de Manaure, a 90 minutos de Riohacha.
La puesta en marcha de este pozo contó con el trabajo de la FAO el Batallón de Atención y Prevención de Desastres número 81 del Ejército, conformado por ingenieros militares y los habitantes de la región en un trabajo coordinado y liderado por el Ministerio de Agricultura como parte de las acciones para enfrentar los efectos del Fenómeno del Niño.
Los trabajos de perforación se iniciaron a finales del año pasado en un punto estratégico que contó con los estudios geoeléctricos necesarios para ubicar el paso subterráneo de agua. El sistema funciona gracias a paneles solares que fueron ubicados a un costado del pozo lo que garantiza la inclusión de energías.
“Está culminando la primera fase de este proyecto que consiste en contar con agua. Ahora iniciamos con el proyecto de producción de alimentos como parte de las medidas anticipatorias frente al cambio climático. Esto es un hito en esta comunidad toda vez que ellos no disponían de agua”, aseguró la viceministra de Asuntos Agropecuarios, Aura María Duarte.
La viceministra apuntó que de los 45.000 litros diarios se estima que de 10.000 a 15.000 sean empleados en los proyectos agropecuarios que se desarrollarán en la zona con el acompañamiento de las entidades.
Por su parte Agustín Zimmerman representante de la FAO en Colombia, destacó que con este proyecto la comunidad tiene la posibilidad de generar su seguridad alimentaria para transformar los sistemas agroalimentarios para hacerle frente al fenómeno climático.
El sistema de riego que beneficiará a esta comunidad cuenta con 7.200 metros de manguera para goteo que fue ubicada en los módulos de siembra hasta el año pasado. La comunidad debía programar sus siembras con los calendarios anuales de lluvias, pero ahora con el agua brotando pueden iniciar sus ciclos productivos de frijol maíz yuca y frutales.
Para el líder wayuú, Gelber Pinzón, la llegada del agua representa un cambio de vida enorme para su comunidad porque antes debían desplazarse entre 8 y 10 km para conseguir agua para sus animales.
Estos animales eran vendidos para asegurarse la compra de víveres los cuales eran adquiridos en mercados de Manaure, pero ahora con la llegada del agua, el tiempo que empleaban para conseguirla será destinado al trabajo en los cultivos y el cuidado de los animales.