Este primero de enero de 2024, asume el mandato Jairo Aguilar Deluque, como gobernador de La Guajira para el periodo 2024-2027, en medio de las expectativas que generó en su campaña para lograr la confianza de la comunidad que le permitió ganar las elecciones del pasado 29 de octubre de 2023.
Aguilar Deluque, hace parte de ese grupo de profesionales que impulsaron la candidatura de Nemesio Roys Garzón, abriendo el camino para las nuevas generaciones.
En su momento, cuando Roys Garzón, asumió el cargo el 1 de enero de 2020, planteó el Gobierno del Cambio, e hizo un llamado a todos los sectores para trabajar unidos para demostrar que sí era posible avanzar y enrumbar al Departamento al desarrollo social y económico que aún se sigue reclamando.
“Únicamente Unidos por el Cambio es que podemos salir de la pobreza y fomentar el desarrollo de todo el potencial que durante décadas nos hemos aprovechado de no utilizar en el Departamento, su potencial turístico, cultural, energético, portuario, agrícola y comercial, serán la punta de lanza de una política volcada a maximizar nuestras capacidades y a generar más oportunidades para nuestro pueblo”, apartes del discurso pronunciado por el ex mandatario.
Agregó, que “no podemos seguir improvisando cuando de inversiones y de desarrollo se trata, acá ha llegado el momento de no continuar malgastando los recursos que tenemos y por eso es indispensable orientar estratégicamente las acciones e iniciativas de gran impacto que nos permitan impulsar y reactivar nuestra economía y el desarrollo de la región”.
Y es allí donde el nuevo mandatario que llega al Palacio de la Marina debe enfocar esa hoja de ruta para darle continuidad a esas iniciativas de impacto que necesitan concretarse en el territorio.
Las improvisaciones no caben en este mandato, porque Jairo Aguilar Deluque, viene de una experiencia demostrada en lo público como secretario de Gobierno del Distrito de Riohacha, y luego de la Gobernación de La Guajira en el Gobierno de Nemesio Roys Garzón.
Su trasegar por lo público le permite experiencia y sabiduría para la toma de decisiones, que debe ir acompañado de ese principio de autoridad que se requiere para que su equipo de Gobierno y funcionarios en general entiendan que son servidores públicos y se deben a la comunidad.
El mandatario debe también trabajar de la mano con el Gobierno nacional, las diferentes instituciones, la universidad de La Guajira, los quince alcaldes, los diputados, y la empresa privada para remar todos a un mismo lado en procura de que la comunidad sienta que llegó el Cambio que tanto se pregona.
Los retos
Guillermo Baquero, director de la Mesa Más La Guajira, en uno de sus análisis planteó que la pobreza en La Guajira es el reto más apremiante que enfrenta el Departamento, aunque, se ha registrado una leve reducción en los índices de pobreza multidimensional y monetaria en los últimos años, sin dejar de lado que aún persisten brechas significativas en comparación con el promedio nacional y regional. A pesar de los esfuerzos, la pobreza sigue siendo una realidad que afecta a una parte considerable de la población guajira, lo que demanda políticas inclusivas y focalizadas para cerrar estas disparidades.
En el sector educativo, la cobertura en niveles como la educación primaria ha mejorado, pero aún persisten desafíos en términos de calidad y permanencia en el aula. La inversión en la educación de los jóvenes es fundamental para romper el ciclo de pobreza y garantizar un futuro prometedor para las nuevas generaciones. La educación debe ser vista como una herramienta clave para el desarrollo y la movilidad social de la población guajira.
La salud es otro aspecto crítico en el que se deben hacer mejoras sustanciales; el acceso a servicios médicos de calidad es esencial para garantizar el bienestar de la población y disminuir la tasa de mortalidad infantil. Es indispensable invertir en infraestructura y talento humano para asegurar que los guajiros tengan acceso a atención médica oportuna y de calidad.
El desempleo y la informalidad son otros desafíos que La Guajira enfrenta, a pesar de que las tasas de desempleo son comparativamente bajas en relación con otros territorios, aún hay estrategias para la mejora. La creación de empleos formales y la promoción de emprendimientos locales son áreas en las que se puede trabajar para impulsar la economía y brindar oportunidades a la población.
Advierte que, en medio de esos desafíos, el departamento de La Guajira también se encuentra en una posición única para aprovechar una serie de oportunidades que podrían impulsar su desarrollo. El sector minero-energético, por ejemplo, ha desempeñado un papel importante en la economía guajira y tiene el potencial de seguir contribuyendo de manera significativa.
La diversificación de la matriz energética y el auge de proyectos de energías renovables podrían convertir a La Guajira en un referente en el ámbito energético, generando empleo y atrayendo inversiones. No obstante, se requiere tomar acciones frente al incremento abrupto de bloqueos que alejan la inversión y dificultan el crecimiento económico del territorio.
La diversificación productiva es un desafío enorme. El turismo es un sector que ofrece grandes oportunidades para el Departamento. La riqueza cultural y natural de La Guajira, desde el Cabo de la Vela hasta Palomino, brinda un potencial turístico aún por explotar. Promover un turismo sostenible y comunitario podría no solo generar ingresos para la región, sino también preservar nuestro patrimonio.
La agricultura y la agroindustria también tienen un papel importante que desempeñar en el desarrollo de La Guajira. Aprovechar las ventajas geográficas y climáticas del Departamento para cultivar productos de alta demanda nacional e internacional podría impulsar la economía local y generar empleo en las zonas rurales. La diversificación de los cultivos, el fortalecimiento de esquemas asociativos y la inversión en tecnología agrícola podrían aumentar la productividad y competitividad.
En este contexto, es crucial que La Guajira emprenda acciones estratégicas para fomentar el desarrollo sostenible en todas las áreas. La cooperación entre el Gobierno local, nacional, el sector empresarial y la sociedad civil es esencial para abordar los desafíos y aprovechar las oportunidades. La inversión en infraestructura, educación, salud y desarrollo social debe ir de la mano con la protección del ambiente y la promoción de una economía inclusiva.
La Guajira tiene un potencial enorme, pero para materializarlo es necesario un enfoque integral que aborde las brechas existentes y construya sobre las fortalezas de la región.