A la edad de 105 años, Juana Pérez narró a este medio cómo fue su vida en Tabaco, corregimiento de Hatonuevo, que desapareció por la llegada de la mina, según lo expresó la dulce abuela.
Pérez Arregocés, con una mirada que refleja la nostalgia de lo vivido en su pueblo natal, al lado de sus padres Emiliano Pérez y Ángela Egermira Arregocés, contó que nació el 7 de febrero de 1921, en un pueblo que llevaba por nombre Tabaco, el cual manifestó que sus primeros habitantes fueron indígenas y luego fue poblándose de personas que no pertenecían a ninguna etnia.
Destacó, además, «el arroyo donde nos íbamos a bañar, que era de agua salada y luego se cogía el agua de la poza de la vieja Carmita de ahí se agarraba el agua para consumir», indicó Juana Pérez
Señaló también que, a los 30 años de edad, salió de su pueblo, de igual manera recordó esos amores que la hicieron suspirar.