Con una inversión de $382 mil millones en proyectos productivos, adecuación de tierras, comercialización, asistencia técnica y asociatividad, la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), en cabeza de su presidente Luis Alberto Higuera Malaver, cierra sus 180 días de gestión en 2023 con un impacto positivo en 254 mil familias campesinas, indígenas, afro, jóvenes rurales, mujeres y víctimas del conflicto armado.
Es importante resaltar que al asumir el cargo el pasado 15 de junio, Higuera recibió la entidad con una ejecución presupuestal de 26 mil millones de pesos.
En los seis meses que van de la actual administración, se ha priorizado la ejecución de proyectos y programas encaminados a fortalecer la implementación de la Reforma Rural Integral.
Y en consonancia con este enfoque, Higuera anunció que en el 2024 esta agencia se convertirá en la mano amiga de los productores, gracias a lo cual se fortalecerá la comercialización sin intermediarios: “Seremos la gran Agencia de comercialización del Estado, y para ello trabajaremos en cadenas cortas de comercialización, con compras y ventas públicas para que el productor venda directamente al consumidor”.
Además, Higuera planteó dos retos importantes: “Por un lado, ejecutaremos la gran convocatoria de asociatividad a la que se presentaron 4 mil asociaciones; y, por el otro, iniciaremos la primera ola de mecanización agropecuaria para el pequeño predio, que permita satisfacer las necesidades del campesinado”.
Dijo que gracias a la intervención de la Agencia de Desarrollo Rural, 64 mil campesinos lograron ventas de sus cosechas por 2 mil millones de pesos, las cuales se concretaron mediante la realización de 88 circuitos cortos de comercialización.
Además, se puso en marcha la Ley de Compras Públicas Locales en La Guajira, en donde 126 productores de esta región vendieron a este Gobierno cosechas por más de 2.000 millones de pesos, para ser entregadas a 2.680 familias indígenas de este mismo Departamento. Esto con el fin de intervenir en la emergencia social que enfrentan las comunidades indígenas de Riohacha, Maicao, Manaure y Uribia.
En total, la inversión tuvo un valor de 9.000 millones de pesos.Los recursos incluyen la adecuación de una bodega para almacenamiento de alimentos, compra de cosechas y su distribución en las diferentes comunidades.