Luego de cuatro meses de angustia como un regalo nostálgico para la madre de Kleiber Jesús Sánchez Verde, fue recibir su cuerpo sin vida, un anhelo que tenía desde el momento que supo que a su hijo fue asesinado en un ataque a bala en cercanía del barrio La Mano de Dios en la comuna 10 de Riohacha el pasado domingo 25 de agosto de 2024, en hechos que hasta el momento las autoridades investigativas no han dado respuesta del caso.
El calvario para esta madre culminó el pasado 24 de diciembre, cuando al fin y gracias al apoyo de la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría, en las puertas de la morgue de Medicina Legal de Maicao, recibió el cuerpo de su hijo, con gran tristeza y un profundo desconsuelo sintió tranquilidad por tener en sus brazos los restos mortales de Kleiber a quien le rebataron su vida con apneas 26 años de edad, dejando a hijos en la orfandad y quien se dedicaba al mototaxismo,
Lo que más deseaba su madre ella llevarlo a su tierra natal en Carora en el estado Lara – Venezuela, a donde efectivamente, ese mismo 24 de diciembre decidió llevárselo en donde sus familiares y amigos esperaban sus restos mortales para darle cristiana sepultura, “no fue fácil salir de Colombia con el cuerpo de mi hijo, pero gracias a Dios en Paraguachón entendieron todo y pudimos pasar, fue un largo viaje hasta llegar a nuestro pueblo allá estaban todos esperándolo”, dijo la madre.
“Fueron cuatro meses de angustia, mira que fue precisamente el 25 de diciembre cuando le dimos cristina sepultura a Kleiber, recordando de la madrugada del 25 de agosto fue cuando le quitaron la vida en el momento que se movilizaba en su motocicleta, cuando trabajaba de mototaxista en la ciudad de Riohacha, esta preocupación de tener el cuerpo de mi hijo conmigo ya se me paso, esto no se lo deseamos a nadie”, dijo la progenitora de Sánchez Verde.
De lo sucedido, solo se conoce lo informado por las autoridades en su momento que fue sorprendido por dos sujetos a bordo de una motocicleta que sin mediar palabra le dispararon en varias oportunidades dejándolo tendido en el pavimento de la calle 52 con carrera 11B de la comuna 10 de Riohacha, pero en la Fiscalía no tienen mayores detalles, según que continúan con las investigaciones, pero no hay resultados ni menos capturados.
Lo cierto es que ya pudo darle descanso a su cuerpo y ella siente gran tranquilidad por todo lo vivido, “doy gracias a Dios por darme la fuerza y permitir soportar este dolor tan grande, hoy estoy más tranquila, ya que fueron cuatro meses de desesperación y angustia, sin poder conciliar el sueño en saber que el cuerpo de mi hijo se encontraba en esa morgue, ojalá la justicia divida haga lo suyo porque no creo que la terrenal pueda ya que no hay avance de las investigaciones”.