En juicio que se extendió por dos años, la Fiscalía General de la Nación demostró que Jhonier Rodolfo Leal Hernández es el responsable del crimen de su mamá, Marlene Hernández; y de su hermano, el estilista Mauricio Leal Hernández.
El crimen de madre e hijo ocurrió entre el 21 y 22 de noviembre de 2021, en la mansión donde residían en el municipio de La Calera, en Cundinamarca.
En ese sentido, una juez penal de conocimiento de Bogotá emitió sentido de fallo condenatorio en su contra por los delitos de homicidio agravado; y ocultamiento, destrucción o alteración de elemento material probatorio.
Las pruebas recopiladas dan cuenta de que Leal Hernández le proporcionó a su hermano nueve pastillas de un medicamento para dormir, una sobredosis que lo puso en estado de indefensión. Posteriormente, se dirigió a la habitación de su mamá y la atacó con un cuchillo mientras descansaba. Con la misma intención se dirigió a la alcoba del reconocido estilista y le propinó varias heridas con dos objetos cortopunzantes distintos.
La investigación acreditó que antes de la agresión y, aprovechando la condición de debilidad en la que estaba Mauricio Leal, lo obligó a escribir una nota en la que indicaba que le había causado la muerte a su señora madre y luego acabó con su propia vida. Asimismo, tomó el celular de la víctima y grabó varias notas de voz haciéndose pasar por ella e indicándole al conductor que no se acercara a recogerlo porque quería dormir.
La Fiscalía, a través de técnicas forenses y pruebas periciales, obtuvo suficiente evidencia para establecer que Jhonier Leal fue la única persona que estuvo en el inmueble durante el espacio temporal en el que ocurrió el doble crimen. También encontró rastros de sangre en distintos sitios de la vivienda y otros elementos que dan cuenta de su autoría.
La Fiscalía pidió una condena ejemplar de 60 años para Jhonier Leal Hernández. La lectura del fallo se realizará de manera virtual el próximo viernes 14 de junio a las 9:00 de la mañana.
Para Jhonier Leal, la Fiscalía hizo todo “un montaje” en su contra, y si bien en una primera ocasión se había declarado culpable, posteriormente se retractó argumentando que el preacuerdo lo hizo bajo presión.
Durante la audiencia reiteró que era inocente, al tiempo que reclamó que la Fiscalía no presentó algunas pruebas. “Algo tan evidente no lo documentó, no documentaron el trapero, el balde, el soflan. ¿Dónde están las pruebas genéticas, a ver qué rasgos había? Tampoco documentaron el rastro de sangre que encontraron en el primer escalón de la casa”.
Sostuvo que la Fiscalía tenía un “afán de acusarme a mí, a una persona como yo, sin recursos” y dejó por sentado que 60 años de prisión “para mi edad, una pena de esas es prácticamente una pena de muerte, no salir nunca de la cárcel, pero bueno”.
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