El haber derogado el artículo 32 de la ‘Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial’ que destraba el avance para la consolidación de las Regiones Administrativa y de Planificación, RAP, y se aprueba por parte del Congreso la ley que crean las diferentes regiones que promueven la creación de planes de desarrollo regionales y macro proyectos descentralizados, en La Guajira nuevamente comenzó a tomar fuerza las voces separatistas.
Sí señor, así como lo escuchan. Muchos quienes dicen sentirse cansados del maltrato ‘cachaco’, se están reuniendo con expertos abogados constitucionalistas para buscar la viabilidad de una futura separación de La Guajira del territorio nacional, muy diferente con lo que se acaba de aprobar en el Congreso.
No es la primera vez que en el Departamento se viene hablando de separatismo, recuerdo por muchos años cuando el periodista y escritor sanjuanero Yin Daza Noguera, hablaba por Radio Guatapurí de Valledupar del ahogamiento del proyecto de la Represa del río Ranchería, allí comenzaron a escucharse las primeras voces separatistas, cuya idea para quienes estaban en el poder de La Guajira no era más que un embeleco, pero hoy considero que en su momento no existían los argumentos políticos, sociales y jurídicos para que la tal descabellada propuesta tomara fuerza.
Aunque la nueva ley de regiones elimina la posibilidad de elegir o montar un súper gobernador y plantea una junta de gobernadores para viabilizar proyectos descentralizados, puede atemperar nuevamente la propuesta separatista que organizan quienes rechazan el centralismo bogotano, la ausencia del Estado en La Guajira y la persecución judicial que los organismo de control tienen contra este Departamento. Creemos entonces, que quienes hoy están promoviendo los vientos separatistas en La Guajira, están aprovechando las turbulencias y el desconocimiento, situación que para muchos puede ser un búmeran, un nuevo embeleco y porque no, una propuesta bien pensada. Lo cierto es que descontextualizado o no, quien promueve la separación de La Guajira del territorio colombiano sostienen en su apreciación que se hace necesario que en este Departamento se realice un plebiscito para abrir el camino a la independencia de La Guajira para formar una nueva economía financiera acorde a los mercados internacionales.
A través de los tiempos hemos sido testigo de cómo La Guajira ha vivido una tortura judicial por parte del centralismo bogotano. Los ‘cachacos’ se han ‘perrateado’ al Departamento y han pisoteado la moral de muchos guajiros de bien en una persecución sin cuartel y auspiciado por algunos guajiros apátrida con actuaciones sádicas, disfrutando cuando ven el sufrimiento de su paisano.
Hoy el departamento de La Guajira cuenta con recursos propios, producto de la explotación de los recursos naturales y vivimos en la pobreza. Eso no significa que debemos resignarnos a un Departamento inviable financieramente y un Departamento caótico administrativamente.
Pregunto: ¿Amerita que sigamos promoviendo el movimiento separatista?