Creemos que hoy más que nunca la situación política de Venezuela está llegando a su principal caos, afectando en todos sus ribetes a la economía y propiciando el éxodo de los bolivarianos al resto de los países, entre ellos Colombia, que le ha abierto las puertas. Nosotros como departamento limítrofe con el estado Zulia en donde está Maracaibo, la segunda ciudad de Venezuela, también sentimos los rigores de los problemas internos del vecino país ya que como frontera somos los primeros en darnos cuenta y resultar afectados de los hechos que allí se presenten, principalmente con nuestras Nación Wayuú.
Las expectativas crecen cada día, más aún este 10 de enero cuando se inicia un nuevo periodo presidencial. Se trata de la posesión de Nicolás Maduro, quien asume otro periodo presidencial con base a los resultados electorales establecidos el pasado el 20 de mayo de 2018 y en donde resultó electo en los comicios que no fueron avalados por la mayoría de la comunidad internacional. Escuchamos de quienes han abandonado al país en calidad de desertores del régimen de Maduro, que el éxodo de los venezolanos ha crecido con base a esta nueva posesión.
En el departamento de La Guajira nos preocupa el caos interno que viene creciendo en el vecino país, en donde quienes tenemos familiares y la posibilidad de visitar la frontera, entendemos que la oposición al actual gobierno ha sido debilitada tras abandonar el país. En Venezuela la juventud protestante en contra de la dictadura de Nicolás Maduro están por fuera de Venezuela y solo ha quedado una población longeva debilitada que salvaguardan sus viviendas para que no sean tomadas e invadidas por quienes están pendientes en su abandono. Desde las pampas de La Guajira escuchamos el eco del grito de desespero que cientos de venezolanos han dado, tras quedar atrapados en su país, porque su salida se le imposibilita por muchos factores personales.
Desde La Guajira colombiana observamos que la única salida de Venezuela es la renuncia de Nicolás Maduro, hecho imposible de presentarse ya que sus palabras están encaminadas en perpetuarse en el poder. De no producirse la renuncia de Maduro, les queda a los venezolanos una guerra interna, conformada por una lucha de poder entre ‘Chavistas’ y los seguidores de Nicolás Maduro. No compartimos la idea de una intervención en cualquier otro país, ya que somos del criterio que son los venezolanos los únicos llamados en arreglar sus problemas internos, es decir, los únicos que saben quiénes serán sus gobernantes, pero cualquiera que sea la situación de Venezuela, nos preocupa lo que le ocurra al vecino.