Conmovedor observar la alegría del gobernador encargado de La Guajira, Wilson Rojas Vanegas, al recibir en la isla de Curazao, setenta toneladas de productos, varios procedentes de la península, como un primer paso para aunar esfuerzos en procura de un acuerdo comercial duradero.
Muy bien por los empresarios guajiros que se dieron a la tarea de organizarse para trasladar la carga desde Puerto Nuevo, en la Alta Guajira, cumpliendo con todos los requisitos que exige la ley para el desarrollo de la actividad.
Los productos que se trasladaron tienen que ver con las necesidades de la Isla, es decir se garantiza su compra que es uno de los objetivos de los empresarios guajiros.
Así las cosas, digamos que se concreta una alianza comercial que no debe quedar como resultado de una tarea que se impuso la actual administración departamental en cabeza de su gobernador (e), Wilson Rojas Vanegas, sino como la continuidad de otros intercambios que se deben trabajar en el tiempo.
Es una oportunidad para que los empresarios puedan avanzar en sus negocios llegando a otros mercados internacionales, lo que les permite seguir expandiendo sus actividades a otros países.
Adicionalmente, se esperaría que junto a este resultado comercial, La Guajira pueda aprovechar la oportunidad para fortalecer su actividad turística y cultural, estimulando para que nuevos extranjeros se interesen en conocer los sitios turísticos del Departamento, y todo ese legado cultural que se mira desde las distintas comunidades indígenas asentadas en el territorio.
Bien por este logro que concretó Rojas Vanegas, ahora es necesario seguir en esa alianza, y que los empresarios compartan su experiencia con otros para que se animen también a llevar sus productos a una isla que como Curazao sigue abierta para La Guajira.
Se esperaría también que las funcionarias que acompañaron al mandatario en su recorrido por la isla, demuestren a su regreso con acciones concretas que además de lo comercial se abre la ventana para el turismo y la cultura.