El hospital Nuestra Señora de los Remedios de Riohacha parece agonizar. Hace poco le suspendieron el sistema de internet. La deuda actual supera los 148 millones de pesos. Lo grave es que la facturación que debe ser electrónica se hace manual, corriendo el riesgo que las EPS glosen las cuentas de cobro.
De pagar 7 millones de pesos mensuales por este servicio, se incrementó a 37 millones. Esto como es apenas lógico disparó los costos, ahora se hace difícil pagar de manera oportuna, generando estos cortes, a una empresa que debe estar interconectada con sus beneficiarios.
De un momento a otro, la empresa Air-e podría suspender el servicio de energía eléctrica ya que la deuda supera los $1.400 millones.
La calidad del servicio de la entidad ha desmejorado hasta el punto que en estos momentos, solo cinco galenos prestan el servicio en medicina general, mientras que la mayoría de especialistas ya han comenzado a abandonar a la entidad.
En mayo de 2020 cuando se produjo la transición de gerente, el estado financiero de la ESE era favorable. No quedaron deudas laborales con proveedores y de servicios públicos.
La empresa sigue siendo rentable, vende muchos servicios. A 30 de septiembre del 2023, en la plataforma SIHO las cuentas por cobrar ascendían a $66.048.433.451. El 72% de la cartera supera los 360 días. Para ese mismo corte se encuentra una facturación por radicar de $12.070.080.830, pero aún no se había presentado para su respectivo cobro.
No se puede entender cómo los servicios de ambulancias, entre ellas, las donadas por Promigas y el departamento se encuentren tercerizados.
Igualmente se encuentran tercerizados otros servicios de buena rentabilidad para la ESE. Se desconoce realmente, cuál es la utilidad que genera el resonador donado por el Ministerio de Salud. Existe un contrato de tercerización de los servicios de RX por diez años, comprometiendo vigencias futuras y el cual no se encuentra rendido en el Secop.
Según un análisis contable realizado por algunos expertos, se ha encontrado que la plataforma SIHO, con corte a 30 de marzo de 2020 en la cuenta efectivo y equivalentes al efectivo quedó con un saldo de $8.562 millones, más pagos de la Secretaría de Salud, por unos 23 mil millones. El pasivo no se redujo, antes por el contrario, se incrementó.
Sería importante que la opinión pública pudiera conocer en qué estado se encuentra el acuerdo de reestructuración de pasivos – Ley 550.
Hay que evitar un colapso total en esta empresa del Estado. Esto es un patrimonio que debe cuidarse, sus resultados deben ser evaluados, no en las famosas rendiciones de cuentas, sino con sistemas técnicos y confiables. ¡Salvemos al hospital!