Una vez comience a regir la vacancia judicial en los juzgados y tribunales de La Guajira por motivo de las vacaciones colectivas, se presagia que más de 10 de los 15 alcaldes electos del Departamento serán demandados por situaciones que van encaminadas a los delitos electorales, doble militancia e inhabilidades al momento de resultar elegidos.
La verdad es una situación recurrente en nuestra región en donde no hemos aprendido a soportar la derrota, produciéndose los reclamos que genera una inestabilidad administrativa porque los alcaldes cuando se posesionen tienen que distraerse en la defensa y dejar a un lado el inicio de su programa de Gobierno.
Más allá de los fallos judiciales, predomina en La Guajira la sed de venganza política, el hambre por el hacer el daño al contradictor y la hartura por generar el caos administrativo que satisfacen a quienes pululan con los comentarios, el chisme y los contertulios en las esquinas y los parques, pero aparte de afectar y traumatizar a una administración en sus inicios, las demandas electorales le están generando fatiga a los habitantes de los municipios en donde se demanda la elección, simplemente porque la mayoría de los electores lo que quiere es que su alcalde se posesiones y tome las riendas de su administración para que pueda hacer las obras que se prometió en campaña.
Desde el 20 de diciembre de 2023 y hasta el 10 de enero de 2024, la mayoría de los despachos judiciales entrarán en vacancia judicial por vacaciones colectivas de los trabajadores judiciales, con excepción de los Juzgados promiscuos de familia, penales municipales, de ejecución de penas y medidas de seguridad. Al cierre de los juzgados y Tribunal Administrativo se tienen por lo menos 10 demandas electorales en contra del mismo número de alcaldes electos, muchas de ellas se han conocido, otros esperan que se defina la figura jurídica que el demandante ha tomado para demostrar su inconformidad.
Nosotros nos encontramos haciendo fuerza para que La Guajira no retome los senderos de las demandas que no son favorables para el desarrollo de un municipio. Este tipo de demanda le produce satisfacción a quienes le apuestan al caos, inestabilidad política y el desgreño administrativo, que al final redundan en el mal desempeño de los alcaldes, concejales, diputados y al mismo gobernador de turno.
Un llamado a la reconciliación política en La Guajira para que aprendamos de los políticos de Barranquilla y el interior del país quienes ejercen el derecho de la contradicción en campaña y después de elegidos aceptan el triunfo del contendor, sumándose a la administración del ganador, haciéndole un favor al municipio o Departamento.