Del 19 al 22 de septiembre Villanueva se viste de gala con la realización de la edición 41 del Festival Cuna de Acordeones, un evento que desde hace tres años ha retomado el aire financiero que requería para seguir adelante en medio de una crisis económica que vive el Departamento.
Le ha convenido al Cuna de Acordeones que José Félix Lafaurie haya tenido a bien dejar en parte sus ocupaciones profesionales y gremiales para ponerse al servicio del Festival, pero hay que reconocer que el Cuna también le ha generado un cansancio económico, pero como José Félix está acostumbrado al liderazgo gremial, no desmaya en sus intenciones en seguir adelante con el evento.
José Félix Lafaurie lleva tres años de estar realizando el Festival Cuna de Acordeones y son los mismos tres años en los cuales, literalmente, el evento ha tenido un alivio económico a pesar del apoyo de la institucionalidad a través de la Alcaldía, Gobernación y Gobierno nacional, que si bien cierto no giran de inmediato los recursos para la logística y pago de los premios, solo con la palabra de José Félix es suficiente para que los proveedores del Festival les acrediten sus productos.
Nos preocupa ahora que algunos candidatos a la Alcaldía de Villanueva están utilizando el nombre del Festival Cuna de Acordeones como un tema de campaña. Somos del criterio que el Cuna no debe ser un tema de campaña para ganar adeptos ni tampoco se puede politizar, porque eso desdibujaría el buen nombre del evento. Hasta donde hemos visto el proceso en los últimos tres años, José Félix siendo político, no hay tomado el Festival como trampolín, ya que el folclor no tiene distingo de raza, credo y menos de color político.
Es posible que la edición 41 del Festival Cuna de Acordeones sea la última que organice su actual presidente José Félix Lafaurie. Aún no podemos presagiar en su totalidad si quien quede de alcalde vaya a ser el mejor o peor patrocinador del Cuna de Acordeones, si vaya a colocar en la presidencia a una persona que tenga o no tenga buenas relaciones, cuente o no cuente con buena imagen a nivel nacional y sobre todo, que no esté pendiente a desviar cualquier recurso para beneficio propio.
El Festival requiere de una persona que en vez de quitarle, le dé. El futuro presidente del Cuna de Acordeones no puede ser un foco de corrupción por parte del alcalde de turno, el evento se debe convertir en una empresa de economía mixta que produzca y venda contenidos musicales con el rótulo de una marca que es conocida a nivel nacional e internacional.