Es un hecho histórico para Colombia, en donde a un fiscal en este caso, a Gilberto Villareal, no le tiembla la mano para tomar una decisión de radicar un escrito de acusación en contra del más duro de los exmandatarios de este país, Álvaro Uribe Vélez.
Para algunos fue sorpresa, para otros como el senador Iván Cepeda, fue algo que se esperaba, aunque con muchas dudas y expectativas, ya que con anterioridad se habían presentado dos preclusiones negadas, renuncias e impedimentos de fiscales en este sonado caso.
Villareal, quien utilizó casi los 90 días que tenía para tomar una decisión, analizó las evidencias físicas y los elementos probatorios recaudados y estudiados por el despacho, para finalmente presentar el documento ante la Corte Suprema, que tendrá a su cargo la responsabilidad de llamar a juicio al mandatario, que prácticamente dividió la historia política de este país, a quien se le procesaría por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.
El radicado del fiscal, es un documento de 13 páginas que el ente acusador presentó ante los jueces penales del circuito de Bogotá. En ese paquete se indica que el expresidente Uribe junto con otras personas se encargó de idear la forma de obtener algunas declaraciones que no correspondían con la realidad, esto con el objetivo de favorecerse a él y a su hermano Santiago Uribe, mientras insistían en controvertir las versiones en su contra por otros testigos.
Lógicamente no será un caso fácil, en donde durante muchos años han ocurrido tantas cosas. Se han presentados denuncias y acusaciones por parte y parte. Se han vividos momentos álgidos en donde se acusa al expresidente de intentar afectar los testimonios rendidos por Pablo Hernán Sierra García y Juan Guillermo Monsalve Pineda, justamente los testigos que cursan en contra del exmandatario y que ahora lo tienen con una acusación formal ante los jueces de Bogotá, y que hace tres años lo tuvo bajo medida de detención domiciliaria.
Creemos que Colombia se apresta a vivir el epílogo de uno de los procesos más sonados en los últimos 50 años. Parece que el cambio de Fiscal General comienza a dar sus primeros frutos. En este y todos los casos, la justicia debe actuar con equilibrio, responsabilidad y sin temor de fallar, cuando se tenga el acervo probatorio calificado para no cometer injusticia.
Que se castiguen a los culpables para privilegiar la justicia, es lo que reclama el país, en donde poco se ha procesado a los grandes, y se ha actuado con mano dura en contra de los de ruana, cuando a un ladrón de gallinas se le típica y sanciona con una severidad, mientras que, a los defraudadores del establecimiento han disfrutado de beneficios especiales y mucha libertad.