“Casi dos siglos después de su injusto fusilamiento bajo supuestos cargos de conspiración y traición, el prócer naval de nuestra Independencia, Almirante José Prudencio Padilla López, fue ascendido de manera póstuma y honorífica al grado de Gran Almirante de la Nación”.
Con dos eventos principales: una ofrenda floral en la Plaza de Bolívar ofrecida por los Almirantes, y otra en Riohacha, el Gobierno le rindió tributo al Gran Almirante de la Nación, el mulato hijo de madre wayuú (Josefa Lucía López) y de padre negro oriundo de una isla del Caribe (Andrés Padilla).
El Almirante Padilla López nació el 19 de marzo de 1784 en un caserío de Riohacha, La Guajira, llamado Camarones.
Este 2 de octubre, el presidente Gustavo Petro, a nombre del Estado colombiano le rindió tributo al cumplirse 195 años de su fusilamiento ordenado por Simón Bolívar tras acusarlo de conspiración y traición.
El Congreso de la República aprobó la Ley 273 de 2022, sancionada por el presidente Petro, mediante la cual se reivindica y exalta su memoria y lo asciende de manera póstuma y honorífica al grado de Gran Almirante de la Nación.
Al rendirle tributo al prócer naval, el mandatario destacó que él (Padilla) encarna “el gran aporte que estos pueblos, negros e indígenas, que ahora llamamos minorías étnicas, han hecho por la libertad y la construcción de la República de Colombia”.
El jefe de Estado contó que el Almirante Padilla, luego de haber comenzado su vida en el mar al servicio de la Marina Española del Nuevo Reino, combatió en Trafalgar una de las epopeyas militares más memorables de la historia humana (22 de octubre de 1805), donde cayó prisionero de los ingleses durante cinco años.
Regresó a Colombia y conoció coincidencialmente al Libertador, Simón Bolívar, quien le pidió que lo ayudara a hacer una revolución.
“Ya había logrado una batalla naval exitosa en Cartagena, pero lo que más se recuerda de él es la Batalla del Lago de Maracaibo, que tiene una importancia crucial porque ya habíamos logrado derrotar a los españoles en tierra colombiana, ya había un espacio enorme de independencia y de república en América del Sur, Panamá incluido”, explicó el mandatario colombiano, haciendo un recuento de la historia.
Vida de película
El presidente Petro destacó en su exaltación que el Almirante Padilla López “fue portador de una vida de película, que merecería ser llevada al público actual a través del cine, del documental”.
De hecho, dijo, el Gran Almirante de la Nación fue quien organizó al ejército patriota, integrado en su mayoría por negros, mulatos y esclavos, fue tras la conquista de Cartagena venía un segundo ejército desde España.
“Es el hoy Gran Almirante de la Nación, José Prudencio Padilla López, el que llega a Maracaibo, hace una acción audaz, incluso transportando los barcos por tierra para ponerlos en la retaguardia de la flota española, y destruye la flota española de reconquista que nunca pudo entrar a tierra y no pudo entonces devolver a España el dominio sobre estas tierras”, comentó.
Más aún, el primer mandatario aseguró que, si bien para entonces ya nuestro país había logrado su independencia de la corona española, “es al Gran Almirante José Prudencio Padilla quien se le debe, en realidad, el golpe definitivo de la Independencia”.
“Nosotros –añadió el jefe de Estado- no tenemos la valoración de la historia de esa manera: se nos volvieron mucho más importantes las batallas de Bolívar y Santander y olvidamos al negro, al indígena, y sobre todo en la importancia estratégica de la Batalla del Lago de Maracaibo. Sin esa batalla, es decir, sin el Gran Almirante Padilla, nosotros no hubiéramos construido nuestras repúblicas. Entonces se le debe a un negro y mulato, al mismo tiempo, la libertad y la república”, concluyó.
Sin embargo, porque supuestamente formó parte de la conspiración septembrina, el Libertador lo acusó de traición y conspiración, y ordenó fusilarlo, hace 195 años.
“En el fusilamiento (el Almirante Padilla) gritó muy fuerte, muy alto, para que se oyeran esos espacios: ‘viva la república, viva la libertad’. Y esos gritos se expandieron por toda América, literalmente, excepto Canadá, y por una parte enorme de Europa, incluida la misma España”, contó el mandatario.
Por todo lo que representa nuestro prócer naval, el presidente Gustavo Petro se lamentó de que en el país se suspendiera las clases de historia patria, y le sugirió a Rtvc, el sistema de medios públicos de Colombia, ayudar a financiar la película sobre la vida y obra del hoy Gran Almirante de la Nación.
Justicia histórica
Sobre este merecido homenaje al principal héroe naval de la historia colombiana, el Almirante Hernando Cubides, comandante de la Armada Nacional, destacó que se trata de un “justo homenaje a su vida y obra, 200 años después de la batalla naval del Lago de Maracaibo”.
“Estamos reconociendo toda su gesta victoriosa que adelantó en diferentes batallas en el Orinoco; en las costas venezolanas, en el Magdalena, en la costa colombiana, llegando hasta Lorica y consolidándose en Maracaibo el 24 de julio de 1823”, dijo el oficial.
El almirante José Joaquín Amézquita, jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares aseguró que este homenaje “se hace con justicia histórica, y motiva a los muchachos y las niñas de este país a conocer su vida y obra. Es un mensaje de superación, de trabajar por la patria”, agregó.