Tras un mes de la intervención de Air-e, la empresa encargada del suministro de energía en Atlántico, La Guajira y Magdalena, el superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios, Dagoberto Quiroga, ofreció un balance preliminar de la situación a El Heraldo.
El proceso se ha visto obstaculizado por la pérdida de información crítica, resultado de un ataque cibernético sufrido por la compañía antes de la intervención.“Hemos tenido problemas con la información porque antes de intervenirse se había hablado de un virus o de un ‘hackeo’ al sistema de Air-e donde se había perdido mucha información contable, financiera, de facturación y estamos en este momento apenas tratando de recuperar esa información para poder hacer un diagnóstico sobre el estado de la empresa”, explicó Quiroga.
El funcionario señaló que el equipo de la Superintendencia trabaja en la recuperación de estos datos para poder ofrecer un diagnóstico preciso sobre el estado de la empresa.
Quiroga destacó que la empresa fue recibida «sin información, sin recursos y con deudas», lo que ha dificultado la prestación del servicio, aunque se han hecho esfuerzos por mantener la continuidad para los usuarios.
Igualmente, resaltó la complejidad del proceso de intervención, señalando que requiere precaución adicional para evitar errores del pasado.
En el marco de esta intervención, se ha revisado la contratación de 2020, cuando el Estado entregó la operación a Air-e y Afinia. Quiroga afirmó que los contratos se firmaron con condiciones desfavorables, lo que ha derivado en un aumento de tarifas para los usuarios.
Las quejas de la comunidad por la falta de mantenimiento y la calidad del servicio son otro de los puntos críticos.
El superintendente adelantó que están en conversaciones con el sector público y privado para implementar soluciones a largo plazo que eviten una nueva crisis similar a la de Electricaribe.