Padecer una enfermedad mental producto de la cuarentena está entre los temores que enfrentan los ciudadanos en Valledupar. La precaria infraestructura de la Unidad de Salud Mental del Hospital Rosario Pumarejo de López preocupa a los pacientes, que cada día buscan un diagnóstico en la red de atención pública de la ciudad.
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“No es por exagerar, pero creo que llegar a ese pabellón es perjudicial. No imagino a un paciente psiquiátrico en un ambiente que genera miedo”, aseguró una habitante de Valledupar.
Los ciudadanos denuncian que en la dependencia de salud mental del Hospital más grande de la capital del Cesar, la humedad, la precaria infraestructura, la falta de camas e insumos dejan al descubierto el grave problema para atender a enfermos.
Según los psiquiatras, ha aumentado considerablemente las consultas por situaciones relacionadas con crisis de ansiedad consecuencia del confinamiento.
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Cabe destacar que la Unidad de Salud Mental del Rosario Pumarejo cuenta con 21 camas, 22 camillas para el área de hospitalización y cinco para los pacientes en observación. Es decir, son 48 camas en servicio que eventualmente podrían ser insuficientes.