En medio de los crecientes conflictos y tensiones entre trabajadoras sexuales y residentes en diversas zonas de Cartagena, el alcalde Dumek Turbay ha planteado la creación de una “Zona de Adultos” como respuesta a los problemas de convivencia y seguridad en la ciudad. Esta propuesta busca regular el ejercicio de la prostitución y proporcionar un entorno seguro y salubre para las trabajadoras sexuales, al tiempo que limita su presencia en áreas residenciales y escolares.
Desde inicios de año, los operativos policiales y controles en el Centro Histórico desplazaron a las trabajadoras sexuales, incluidas muchas personas de la comunidad LGBTIQ+, a sectores periféricos como la transversal 54, la bomba El Amparo y el barrio San Pedro. Según las autoridades, esta migración generó tensiones con los habitantes, lo que derivó en incidentes de violencia y actos de discriminación, particularmente en el canal San Pedro, un lugar en el que estas personas ofrecen sus servicios.
Frente a esta situación, colectivos como Caribe Afirmativo y grupos representantes de trabajadoras sexuales han respaldado la creación de una “Zona de Tolerancia” para ejercer su actividad en condiciones seguras y salubres; además, solicitan que esta zona sea incluida en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Cartagena, actualmente en fase de formulación, para establecer normativas claras y un espacio adecuado para el trabajo sexual.
No obstante, el alcalde Turbay enfatiza que la creación de una “Zona de Tolerancia” podría no ser suficiente para resolver los conflictos y que, además, podría abrir la puerta a nuevos problemas, como la explotación sexual infantil; por ello, su propuesta de una “Zona de Adultos” contempla normas más estrictas que las de una zona de tolerancia tradicional.
El alcalde ha indicado que, de acuerdo con las normas de los Planes de Ordenamiento Territorial, las zonas de tolerancia no pueden establecerse en áreas residenciales ni cerca de instituciones educativas, para evitar posibles impactos negativos en la comunidad; a raíz de esto, propone que la “Zona de Adultos” se ubique fuera del perímetro urbano y cuente con controles específicos de seguridad, como escáneres de cédulas para asegurar que solo mayores de edad accedan al área, evitando así el ingreso de menores de edad y posibles criminales.
«Una Zona de Tolerancia sería un pañito de agua tibia, pues al haber lagunas legales en cuanto a su reglamentación, limita el control de ingreso de menores de edad. En otras ciudades, muchas veces esto no supera la mera recomendación, como los niños que siguen viendo televisión después de las diez de la noche o los que venden rosas en las zonas de rumba de las ciudades», indicó el mandatario.
Para avanzar en esta propuesta, el Distrito convocará a expertos en políticas de género, académicos de derechos humanos, representantes de la comunidad LGBTIQ+, y colectivos de trabajadoras sexuales.
El objetivo es definir una regulación que permita a esta población ejercer su trabajo en un entorno seguro y en condiciones dignas, contribuyendo a la convivencia y a la disminución de tensiones sociales en Cartagena.