2020, son las 5:00 a.m., un grito de júbilo suena en cada ola del mar Caribe, un canto de cambio se escucha entre las estribaciones de altas montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta, desde mi balcón las brisas del noreste me permite percibir en esta mañana de enero distintas sensaciones de esperanza, permita la existencia se cumpla y que el cambio que el pueblo eligió logre alcanzar las perspectivas de un nuevo amanecer, que ese brillante sol que hace su puesta cada día desde el paisaje desértico de mi guajira y que se oculta visiblemente desde el faro del Cabo de la Vela, donde turistas y propios lo observan ilumine cada corazón y la mente para gobernar los recursos que existen para invertir en el bienestar del pueblo.
Un nuevo gobernador, joven en el que confió La Guajira, Nemesio Roys, muy popular del que La Guajira ha hablado antes de ser hoy elegido como gobernador, el pueblo le ha entregado su voto de confianza, por lo que puedo leer mientras tomo mi café es que va a hacer historia y que la imagen negativa que se maneja en La Guajira en cuanto a corrupción va a mejorar.
Nemesio Roys gobernador, un nombre de imponencia. Bueno dentro de cuatro años podré leer nuevamente sobre la gestión que emprende desde ya. Qué no se le olvide apoyar a los gestores, que su nuevo director de cultura se centre en toda La Guajira, que no todo se quede en Riohacha.
Vale la pena como cultora y gestora pedir públicamente, esa es la idea de hacer cultura todos los días.
Son las 5:20 quiero otro café. No sé, pero siento como una paz, esta brisa del noreste me llena de alegría, puedo escuchar un Jayechi, dibujo en mi mente la waireña, el sombrero wayuú y el bastón, esto se conjuga en un nuevo tiempo para la capital indígena de Colombia, empezó con pie firme, un joven wayuú de Uribia, jamás en la historia de esta población se había tomado la decisión de que un wayuú preparado pudiese tener el bastón otorgado por la mayoría de su gente.
Se trata del joven Bonifacio Henríquez, más conocido como ‘Boni’, ‘El Chinito’, bueno leo en él unas ganas de trabajar por lo mejor para su pueblo, que reine los servicios básicos, que el emprendimiento, la cultura, la educación y el turismo permita ser un atractivo para cada habitante; que el desempeño social sea el interés de todos los uribieros y que el cambio comience por cada uno, adelante chinito, se confió en ti y ojalá dentro de cuatro años pueda ser asertiva.
Ya son las 6:40 a.m. me sigue trayendo consigo la brisa ese grito de esperanza que tuvo ese Maicao histórico, esa cuna de comercio que no sé en qué momento se convirtió en otro lugar, fue abandonado y adoptado por el olvido y la ola de violencia, saturado pidió auxilio, se pudo escuchar su voz, hoy amanece lleno de esperanza con un personaje que había soñado trabajar por ella y poder rescatarla, Mohamad Dasuki, los maicaeros esperan que dentro de cuatro años poder tener el Maicao de ayer u otro mejor.