Cuando nos encontramos a escasos días de participar en uno de los actos de mayor importancia que nos da la democracia, los comicios electorales del próximo 27 de octubre, se convierte en una imperativa necesidad para los que formamos un rol trascendental en el ejercicio electoral el deber de no solo estudiar y analizar de forma minuciosa la hoja de vida de los candidatos, sus aspiraciones, programas de gobierno y quienes están tras ellos.
A mi modo de ver la situación de La Guajira, es que en el panorama político el Departamento no avanza, más bien ha empeorado, lo digo por las declaraciones que he escuchado del presidente del CNE, la Procuraduría, la MOE y organizaciones independientes que advierten sobre problemas en las campañas e inhabilidades, etc.
En estas campañas electorales he podido observar candidatos haciendo proselitismo a sabiendas de que se encuentran inhabilitados y/o cuestionados, en su afán por llegar al poder en las próximas elecciones, sin tener en cuenta la advertencia que ha hecho el Consejo Nacional Electoral sobre los candidatos que incurran en inhabilidad.
El panorama que se divisa en el territorio guajiro es realmente preocupante, dado que no creo que logre aguantar más, que sus administradores (gobernador, alcalde, etc.) de turnos sean destituidos e inhabilitados como sucedió en este último periodo institucional, donde La Guajira se ha convertido en el centro de atención debido a tantos graves escándalos, como destituciones, medidas de aseguramiento de gobernadores y alcalde, en el caso de Riohacha.
En esta oportunidad, haciendo uso de este medio, invito a la reflexión, a no continuar siendo cómplices de los que han acabado con los recursos de nuestro territorio, ese que actualmente se ha convertido en un negocio redondo comprar el aval en otro partido o movimiento y la falta desaparece, porque si no tomamos la decisión correcta y logramos parar la forma no solo de hacer política sino la de saber elegir a los verdaderos líderes que defenderán más que todo a los sectores de mayor vulnerabilidad, La Guajira podría dejar de estar sumida en la miseria y el olvido.
Nosotros podemos transformar la historia de nuestro pueblo y dejar de seguir favoreciendo al listado de caciques detrás de la cosa pública que, en fila india, se van intercambiando el poder, favoreciendo por supuesto a sus propios intereses, olvidando a quienes los apoyaron y no financieramente si no en la urnas.
No pretendo hacer una campaña de desprestigio en contra de ningún candidato; mi intención es, como guajira que soy, poder exhortar a la reflexión y decisión que nos puede llevar al cambio que tanto necesita nuestro pueblo, porque en lo personal estoy cansada de lo mismo y de los mismos.
Lo ideal sería que antes de asistir a ejercer nuestro derecho al voto, estemos conscientes de que el candidato de nuestra preferencia no solo a la Alcaldía, sino al Concejo, Gobernación y Asamblea departamental, debe convertirse para nosotros en una esperanza de cambio; haber realizado su campaña basado en argumentos de la justicia y verdad, sin engañar al pueblo evitando promesas con exageración
Reitero nuevamente, la invitación para que elijamos a nuestros candidatos por su trabajo permanente con la comunidad y no por sus promesas falsas. Es preciso tener en cuenta que aún estamos a tiempo en la recta final.
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