Se aproximan las elecciones de marzo de 2022, donde vamos a elegir a quienes nos representarán en el Congreso por los próximos 4 años y principalmente también vamos a elegir a quien será nuestro nuevo presidente, nuestro nuevo líder, esa persona que velará por los derechos de 50 millones colombianos, alguien que debe estar obviamente preparado pero que por encima de todo entienda la realidad del país, que además de sentir las necesidades también busque soluciones verdaderas a las problemáticas que hoy estamos viviendo.
Cada día se calienta más la contienda electoral, cada día salen más personas a postular su nombre para dirigir al país, empresarios, académicos, líderes sociales, políticos con bastante recorrido, exalcaldes, exgobernadores, excongresistas, unos con una gran hoja de vida y logros alcanzados, algunos con parches colocados con pegantes, otros con antecedentes judiciales e investigaciones en curso, si pueden haber muchos, pueden haber una cantidad para escoger, pero la pregunta es, quién será esa persona que signifique el cambio, la renovación, la unión, de verdad que esa persona debe conocer la historia, entender lo que hoy siente el país, un territorio que todavía siente la violencia pero que además de eso tiene hambre y ganas de seguir adelante, esa persona recibirá un país golpeado, con una crisis económica, de salud y social, lo que deberá tener su fórmula ya lista y preparada, su ruta de trabajo para llegar a ejecutar, accionar y atravesar todas esas circunstancias que no dejan desarrollar a Colombia.
Nos hacemos la pregunta quién representará todos esos valores y cualidades que el país necesita, necesitamos una persona nueva y distinta, que tenga identidad y una visión futurista, que empiece a establecer políticas públicas acordes a nuestro tiempo y no arcaicas, estamos en una nueva década, en la era de la tecnología, donde el mundo está cambiando constantemente, no estamos en los años 80 o 90, estamos en el 2021.
Todo lo que se vuelve costumbre se convierte en algo fastidioso, por eso cuando algo ya fatiga, empieza hacer daño y eso es lo que pasa en Colombia, necesitamos alguien nuevo, una visión que rompa los paradigmas, que venga a trabajar por cada uno de nosotros, por los jóvenes, por el adulto mayor, por todos.
Aquí hay varias dudas que resolver y urgentemente, lo más pronto posible y es qué hay una serie de situaciones que no pueden seguir estando o que por lo menos tienen que atacarse considerablemente con un plan eficaz y que dé resultado, problemas como la violencia, la lucha contra las drogas, la falta de economía lo que genera pobreza y hambre, la carencia de inversión en innovación, ciencia y tecnología, la educación gratuita que debe ser permanente, pero hay algo importante y fundamental que necesitamos salir YA y es esa fuerte división que hoy tiene el país, necesitamos unión verdadera y dejar al costado tantos ataques y ofensas, el próximo presidente debe ser un símbolo de respeto, de fusiones, de lazos, qué tienda puentes de reconciliación.