Las autoridades tienen que «considerar modos de resolver el problema de que los niveles de eficacia de las vacunas existentes no son altos», precisa el periódico digital chino The Paper, citando a Gao Fu, director del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Cabe mencionar que es la primera vez que un reconocido experto chino menciona públicamente la eficacia relativamente baja de las vacunas producidas por su país, mientras Pekín continúa con su campaña de vacunación masiva y exporta dosis a todo el mundo.
China ha administrado unos 161 millones de dosis desde que comenzó a vacunar a la población el año pasado (la mayoría necesita dos inyecciones) y quiere que el 40% de sus 1.400 millones de habitantes estén inmunizados para junio.
Pero muchos no parecen apurarse, debido a que la vida es prácticamente normal fronteras adentro y los brotes internos se hallan bajo control.
Anteriormente Gao ya había hecho hincapié en que la mejor forma de prevenir la propagación de la enfermedad es la vacunación, y en una reciente entrevista con la prensa local dijo que China se propone vacunar entre el 70 y el 80% de la población entre finales de este año y mediados de 2022.
En la conferencia celebrada el sábado en la ciudad china de Chengdu, Gao agregó que una opción para solventar el problema de la eficacia es alternar el uso de dosis de vacunas elaboradas con distintas tecnologías.
Es una opción que también examinan expertos en salud de otros países.
“Los expertos no deben ignorar las vacunas de ARN mensajero (ARNm) solo porque ya hay varias vacunas en el país”, señaló.
Hay que recalcar que actualmente ninguna de las vacunas aprobadas condicionalmente para el mercado chino son ARNm. Entre los que utilizan esta tecnología figuran el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer, la empresa alemana BioNTech y Moderna.