Zarpó desde Puerto Nuevo en la Alta Guajira y llegó a Curazao la embarcación Samuray, cargada de esperanza, con un cargamento de frutos de nuestra naturaleza y con los productos agrícolas que llevan un sello esperanzador que aspira que los intercambios comerciales que revivió el gobernador (e) Wilson Rojas Vanegas, se concreten y queden marcados para que en el futuro no llegue un mandatario al Palacio de la Marina y le dé poco valor a este intercambio comercial, tal como lo han hecho en otrora otros gobernantes.
El empresario riohachero de Yesith Medina Toro, ha tenido toda la fe en materializar las primeras exportaciones de los frutos de nuestra naturaleza con destino a Curazao y ello ha sido posible porque Yesith ha venido trabajando con los agricultores de pequeñas escalas que le han creído y ha despertado en ellos el interés para tecnificar y optimizar los productos que hoy se recogen y comienzan a exportarse, actividad que motiva a los agricultores de la región, fomenta siembras y exportan los frutos que aquí se producen.
En el restablecimiento del intercambio comercial entre La Guajira y las Islas del Caribe, nuestro Departamento es el mayor beneficiado teniendo en cuenta que Curazao requiere con urgencia que le abastezcamos de nuestra producción alimenticia y por ende, la continuidad del envío de nuestros productos a Curazao nos genera divisas, pero a los empresarios también le da toda la tranquilidad para que nuestros productos se exhiban y se vendan en las cadenas de mercados Curazao. La exportación de los productos agrícolas desde La Guajira con destino a Curazao nos crea una nueva oportunidad de empleo, ya que también se activa una cadena económica en la que se inicia con los agricultores, los exportadores y por ende la generación de empleo en los puertos naturales de la Alta Guajira.
En el “pienso, luego existo” y haciendo las autocriticas mediante la razón, geográficamente La Guajira se encuentra ubicada en la mejor esquina de Sur América y no cuenta con una infraestructura portuaria que le facilite a estos pequeños exportadores sacar con todas las de la ley los productos, no sin antes señalar que en Puerto Bolívar, Manaure y Mingueo existen unos puertos privados dedicados a la exportación de carbón y sal, pero no pueden ser utilizados por quienes hacen el ejercicio de incentivar las exportaciones de los productos agrícolas que se producen en La Guajira. He allí en donde no contamos con la cultura portuaria, desperdiciamos la posición geográfica y la dirigencia política no ha sido capaz de incentivar una cultura portuaria y tampoco estamos pensando en la internacionalización de los puertos naturales que tiene La Guajira. Para Wilson Rojas que ya puso la primera.