o caución de conductas. No nos vamos a referir al gran negocio existente en los regímenes contributivos o subsidiados en donde a propósito, muchos de los prestadores de este tipo de servicio juegan con los aportes y las enfermedades de los pacientes. Nos vamos a referir a las emergencias médicas a través de las ambulancias, las mismas que prestan los primeros auxilios y una vez toman el paciente en estado de accidentalidad o infarto, lo trasladan a la clínica a la que pertenece el vehículo, o en donde le dan la comisión al paramédico por el solo hecho de llevar el paciente, todo esto, sin importar la distancia a donde lo llevan, mucho menos, si en la cuadra exista un puesto de salud, hospital u otra clínica.
Por lo pequeño que son los municipios en La Guajira, esto afortunadamente no se presenta, pero si existen denuncias en ciudades como Barranquilla, Santa Marta y Valledupar para no ir tan lejos. Fuera de La Guajira hemos recibido las quejas de familiares y amigos que en calidad de paciente en estado de accidentalidad o infarto, han sido recogidos por las ambulancias que le han aplicado el mal llamado ‘paseo de la muerte’; los han traslado a clínicas muy lejanas a donde ocurrió la emergencia. Todo porque la ambulancia pertenece a esa EPS, IPS o clínica, o le dan una comisión al paramédico, conductor o camillero que atendió la emergencia.
El secuestro clínico lo vienen fomentando fuera de La Guajira, las ambulancias que prestan el servicio de urgencia, llevando al paciente en calidad de víctima del secuestro clínico a lugares distantes en donde se produjo la urgencia. Allí lo que le hacen es gastarle el Soat, el cupo de la EPS o póliza que tenga el paciente, y luego de varias horas o días, lo mandan entonces para que la EPS, IPS o clínica a la que pertenece continúen el tratamiento. En ese paseo hay varias personas que han muerto, simplemente porque los paramédicos juegan con el estado grave o inconsciente del paciente que en ese momento solo lo que necesita es que le salve la vida.
Aunque la ambulancia pertenezca a cualquiera de las clínicas, creemos que lo más humano es que ese vehículo que lleva un paciente en estado de emergencia lo conduzcan a la clínica más cercana, muy independiente a qué póliza o EPS pertenezca.
Los paramédicos de las ambulancias que prestan el servicio de urgencia, cada día están aumentando los delitos que cometen al transportar al paciente, solo con el afán de cobrar una comisión a la clínica por cada paciente que llevan y por permitir vaciarle el cupo que le asigna el Soat, póliza o EPS.