En días pasados visitaba a una querida amiga, de la cual hace rato no tenía noticias, fue grande la sorpresa, pues la encontré en estado de embarazo, pero lo que más me llamó la atención fue encontrar al futuro padre comiendo harto mango verde con pimienta, me miró, sonrió y señalando el plato me dijo… estoy antojado y si no como mango biche me sale el pelao´ con la boca abierta.
Respeté la posición del dichoso esposo y preferí guardar silencio, al fin consumía una fruta rica en vitaminas y fibras que no le haría ningún daño. Comparé el acto cuando los usuarios o pacientes acuden al consultorio y manifiestan que, para los cuadros de cefaleas, migraña, colesterinemias, cólicos menstruales y otros, toman agua de limón y se alivian, el limón es un fruto rico en vitamina C y con unas propiedades milenarias y mi consejo es… sígalo consumiendo, es una forma de dejar que el cerebro actué como cura a través de la fe en un alimento.
Los antojos del embarazo son un deseo inaguantable e inesperado de comer un alimento. Algunos especialistas dicen que es por falencias de nutrientes, y otros, que da por los cambios hormonales que produce el embarazo. No obstante, al no haber estudios científicos con datos concluyentes sobre la causa de los antojos durante el embarazo, también hay especialistas que atribuyen la razón de estos deseos repentinos de las embarazadas, simplemente, a causas psicológicas, relacionadas, quizás, con una llamada de atención o con la necesidad de las futuras mamás de recibir cuidados especiales en una etapa tan sensible y delicada de sus vidas.
En cualquier caso, los antojos son una realidad para un gran número de futuras mamás, sea por la causa que sea, así que, si tienes un antojo irresistible, conviene satisfacerlo, si te vas a sentir mejor y más feliz. Sin embargo, los expertos consideran que una mujer embarazada debe prestar atención a los antojos, saboreando aquellos que son saludables y buscando alternativas para los que no lo son.
Si bien la sensación de tener un antojo es totalmente cierta, aunque sus causas concretas no estén del todo claras, la leyenda de que los antojos insatisfechos dejan una marca en forma de mancha en la piel del bebé entra en el terreno de los mitos del embarazo. En definitiva, este mito carece de todo fundamento científico.
Aunque los antojos del embarazo son normales y muy habituales, es importante que mantengas una alimentación equilibrada para evitar un aumento de peso excesivo. Es importante que intentes equilibrar los antojos con los alimentos que el cuerpo necesita. Asimismo, debes saber que, si el antojo se debe a una necesidad nutricional específica, existen alimentos que pueden sustituir a los menos saludables, en caso de “ataque” repentino de hambre.
Los alimentos que más se desean son las frutas ácidas, los dulces, los productos lácteos y la comida muy condimentada. En cambio, la carne es de los alimentos que menos se suelen antojar a las futuras mamás. También son recurrentes los productos fríos, como el helado, y las bebidas con gas, ya que durante el embarazo se sufre de náuseas y vómitos, y estos alimentos van bien para evitarlos.
Muchos de ellos se desencadenan a media noche y por un producto que se debe buscar por fuera de casa y el afanado marido debe salir en busca de antojo para complacer a su amada esposa.
Retomemos el inicio del artículo, el embarazo ha dejado de ser un problema de ellas, o al menos eso es lo que subyace en un estudio realizado por la universidad londinense de St George’s que parece haber elevado al máximo exponente el dicho popular de “todo se pega”. Según publica el estudio en cuestión, los hombres cuyas parejas están embarazadas pueden experimentar también síntomas del embarazo, estos se quejan de experimentar calambres, náuseas, dolores de espalda e incluso inflamación de estómago, experimentando un fenómeno llamado síndrome de Couvade, este puede aparecer en los hombres alrededor del tercer mes de embarazo o cercano al parto.
Según Alfonso Gil Sánchez, ginecólogo y psiquiatra, tradicionalmente toda la investigación sobre salud mental perinatal se ha centrado en la mujer, pero ahora hay un cuerpo creciente de evidencias de que el hombre también sufre cambios junto a la mujer. Dice que hay evidencias de que el hombre pasa por cambios a nivel cerebral para poder vincularse y apegarse al bebé, y también cambios a nivel psicológico y social relacionados con las expectativas culturales de lo que significa ser padre.
El doctor destaca que el síndrome de Couvade no es una enfermedad psiquiátrica ni es un delirio: el hombre no es que crea que está embarazado. Es más bien la “somatización de un conflicto psicológico que no se puede resolver racionalmente”.
Por otro lado, hay otros estudios que revelan que sí, que se “pega”, como decimos popularmente; sí, que cuando una mujer se queda embarazada, numerosas son las féminas de su entorno que después también lo están durante los meses siguientes. Este fenómeno puede ser debido a varias causas, entre las que podemos destacar las siguientes: A la envidia sana al ver de cerca todos los sentimientos hermosos que experimentan las mamás tanto con el embarazo como con la llegada de sus hijos. De la misma manera, se considera que puede ser debido a que, al estar en contacto con bebés de manera más cercana, se pueda despertar el llamado instinto maternal.
Así las cosas, para aquellas parejas que no logran concebir un embarazo haga que su compañera se junte con otra u otras embarazadas a ver si se le realiza el milagrito.