La falta de acción por parte de las autoridades del Departamento y el silencio de los gremios que presione el cumplimiento de la Ley, puede ser una causal de los temas que están afectando a La Guajira en materia de inseguridad. La presencia del presidente Iván Duque a la ciudad de Riohacha con el fin de liderar un consejo de seguridad con su ministro de Defensa y cúpula militar, creemos que se convirtió más bien en un desafío de los delincuentes en contra de las medidas, cuyos afectados somos quienes sentimos los rigores de la delincuencia.
Como la Policía y el Ejército es endeble ante la arremetida de la delincuencia, le corresponde a los pocos gremios que hay en el Departamento afinar un solo discurso que obligue a las autoridades a ejercer mayores controles en contra de los actos delincuenciales, muchos de ellos denunciados y otros de poco conocimiento. Muy particularmente y si nos equivocamos, tenemos la valentía de rectificar o aclarar los pocos gremios existentes que representa a la sociedad de La Guajira están dormidos en sus laureles, y los poquitos que salen de sus guaridas quieren dejar en manos de los periodistas las denuncias, en donde los periodistas somos un medio que replicamos lo que digan los gremios, más no somos los periodistas quienes hablamos por los gremios que siguen ocultos, escondidos y sin voz.
Con la arremetida que la delincuencia ha hecho en los alrededores y zona de influencia en donde se desarrolla el turismo de La Guajira que ha dejado como saldo la muerte de varios turistas y el asalto a centenares de ellos, el gremio del turismo se ha quedado quieto e inerme, cuando en primera instancia el afectado es el turista atracado, pero los afectados por largo plazo son los operadores de turismo del Departamento, a los que creemos, deben estar agremiados. El silencio que guardan los operadores de turismo para no generarles malestar a las autoridades de La Guajira, favorece a la delincuencia que viene afectando a sus clientes. El silencio de hoy será la queja del mañana, principalmente cuando el próximo año disminuya la afluencia de turista.
Sabemos que los gremios no son Policía, pero un pronunciamiento de la representación de sus asociados obliga a la Policía y a las autoridades civiles a tomar medidas drásticas que permita reducir la criminalidad de los delincuentes del desierto y los asaltantes del turismo, los mismos que están imponiendo su ley ante la debilidad de quienes deben aplicar la Ley.
Señores miembros de la Policía, el Ejército, las autoridades en general y el gremio hotelero de La Guajira, recuerden que la frase de cajón dice: “turista contento atrae más turista”, mientras que el silencio de hoy nos llevará a evaluar en el día de mañana que “turista insatisfecho retira a otro turista”.