Los habitantes de un sector afectado por problemas de represamiento de aguas lluvias llevan más de dos décadas esperando soluciones efectivas.
A pesar de múltiples visitas y promesas de distintas administraciones municipales, el problema persiste, afectando gravemente a los residentes y sus propiedades.
Según declaraciones de los vecinos, las gestiones realizadas hasta la fecha se han limitado a trámites jurídicos y planes sin ejecución. Una residente cercana al lugar afectado relató cómo las placas del suelo se levantaban debido al agua represada, causando daños en su vivienda.
Además, los peatones y vehículos enfrentan serias dificultades para transitar por la zona, generando riesgo de accidentes.
El arquitecto Luis Emilio Estrada Ovalle, vecino del sector, recordó que durante la administración pasada se prometió incluir esta obra dentro de los programas institucionales, pero hasta la fecha no se ha materializado. “Solo hemos recibido palabras vacías; todo se queda en anuncios y trámites”, denunció.
Los problemas van más allá de la incomodidad, ya que los vecinos reportan casos de enfermedades infectocontagiosas por la proliferación de larvas en los bordillos, así como accidentes sufridos por adultos mayores y niños.
Además, algunos comerciantes señalan que el estado del sector dificulta cualquier actividad económica, afectando sus ingresos y emprendimientos.
En un acto de frustración, los vecinos han manifestado su intención de tomar medidas más drásticas, como el cierre de vías, para llamar la atención de las autoridades. “No queremos burlas ni propuestas absurdas que nos piden pagar por soluciones que deberían ser responsabilidad de la administración”, expresó uno de los líderes comunitarios.
La comunidad exige respuestas claras y acciones inmediatas para resolver un problema que, según ellos, ya no puede esperar más. El llamado es a la Administración actual a cumplir con los compromisos adquiridos y garantizar un entorno digno para todos los habitantes del sector.