“Anécdotas lindas que embriagan y hechizan de autenticidad fueron tiempos de vida distinta en líneas bonitas que harán evocar, soy de allá y quiero de corazón un vivir santuario de amistad del Dulce de Leche tradicional Festival entusiasta de Monguí”.
Vino a mi mente esta vez la canción titulada ‘Vainas y relatos’ -prólogo cantado que hizo Rafael Manjarrez Mendoza en 2008 para mi primera obra que titulé así, en la cual este hombre dejó establecido que definitivamente es un genio, hizo allí una conjunción perfecta de letras y melodías para una lectura agradable y una narración coloquial y costumbrista que dio cima a los personales y sitios emblemáticos de mi pueblo y halaga nuestro Festival del Dulce de Leche, lo dije en este mismo espacio alguna vez, que es el único prólogo de un libro escrito con el ritmo de una canción vallenata que he conocido, ‘Rafa’ la tiró toda para complacernos, no hay duda.
Tal como lo habíamos advertido en nuestra columna premonitoria publicada meses atrás, la realización del Festival de mi pueblo y el festejo de sus 50 años de existencia es una realidad, es la concreción de una apuesta arriesgada que iniciamos el 8 de septiembre de 2022, se siente que el fervor es indiscutible , la realización del Festival del Dulce de Leche en Monguí ha despertado un entusiasmo desbordante. Los buenos monguieros, todos, se han reportado y están a disposición para ayudar, el aporte desde los cortadores de la leña para encender los fogones hasta quienes ostentan dignidades con interlocución institucional para el propósito buscado son igualmente importantes, trascendentales y la ciudadanía los recibe con gozo.
Con motivo de estas Bodas de Oro de nuestro emblemático certamen recordamos aquellos tiempos cuando éramos en los pueblos todos amigos, éramos una familia, y de corazón se hacían fiestas bellas que no solo alegraban al pueblo sino a la región, tal como lo rememoramos alguna vez la gente con tal de realizar la fiesta acudía a todo tipo de inventos, por ejemplo para recaudar fondos colocaban ‘Cadenas’ con la presencia de la candidata anfitriona, era una cuerda que se ubicaba en la vía, cuando la carretera para Cuestecita pasaba por el centro del pueblo.
Allí se detenían los buses y demás vehículos que pasaban y gustosamente dejaban caer en el pote su contribución a la causa mientras la candidata daba las gracias hermosamente ataviada y con la banda de reina cruzada sobre su pecho, igual se desplazaban a otros pueblos y ciudades como a Riohacha y Maicao con el fin de recaudar recursos acompañando a la candidata un grupo de mujeres espontáneas y entusiastas quienes con ella colocaban una cinta con un alfiler en el bolsillo de los caballeros y estos con toda emoción hacían su aporte voluntario con todo agrado, se sentían honrados por poder contribuir, obviamente quienes andaban limpios se desaparecían del lugar para no pasar la pena; hoy ante la alegría nostálgica que las correrías eran con el primo ‘Chente’ Acosta (q.e.p.d.) en la Toyota de color ladrillo del Tío Tomás.
Otra estrategia de consecución de platica eran las serenatas sorpresa durante las noches plenilunares a las casas en el pueblo para darle serenata a las familias en su ventana, sin más instrumento que el prodigioso galillo de las hermanas Arinda y Mary Palmesano Viloria, dueñas de un chorro de voz con brillo natural y afinación perfecta, virtudes nada comunes en aquellos tiempos de gente autodidacta y soñadora, era aquello un espectáculo maravilloso, irrepetible y macondiano, cada quien apoyaba con lo que tenía y podía, con su talento, con sus manos o la garganta, así fue posible realizar el gran fiestón de 1974 que estremeció a la región, nadie pensó que esa ocurrencia de Ángel, mi Hermano, habría sido acogida con tanto entusiasmo por los viejos del pueblo, ellos de la mano con la juventud lo hicieron todo.
Los recuerdos llegan a mi mente por caudales, muchos que alegran y otros que nos acongoja por tan sentidas ausencias entre otras, de algunas campeonas hacedoras del mejor dulce de leche, Rita Rois que fue la primera, Josefa Brito, Elida Brito, Elvia Medina y Margarita Medina, y las reinas Luz Marina Solano y Clara Gómez que fueron candidatas en representación del corregimiento de Cuestecita y Félix Salas candidata del entonces corregimiento de Dibulla, así mismo falleció en accidente Janes Choles quien representó a Camarones en la misma festividad.
De la Junta Organizadora del Primer Festival ya no están con nosotros Miguel Campo Brito, Omar Fuentes Aragón, Andrés Vicente Acosta, Edgar Acosta Romero, Arístides Gutiérrez, Alcides Peralta Mendoza, Yohelia Medina, y Jesús Palmezano Viloria, se fueron de este mundo a la presencia de Dios dejándonos en la mano la bandera de la paz y la confraternidad, la cual decidimos recoger e izar de nuevo porque definitivamente le estaba quedando grande esa responsabilidad a las nuevas generaciones.
También echamos de menos esta vez a Evaristo, mi padre, el orador elegido para los brindis y los almuerzos campestres con las candidatas, quien está ahora ayudándonos con sus bendiciones desde el cielo junto con tres jurados que tuvieron la honrosa responsabilidad de seleccionar a la ganadora por haber preparado el mejor dulce de leche en el primer festival realizado durante los días 21,22 y 23 de diciembre de 1974. Rafael Tovar, el Tío Manuel Acosta y Clodomiro Palmezano y como si se hubieran puesto de acuerdo para partir dos de los tres jurados que dieron el veredicto proclamando a Clarita de Cuestecita como la Reina, también fueron llamados por Dios a su presencia el doctor Jaime Genes Martínez, un médico de Lorica muy allegado a la familia, quien falleció antes de cumplir los cuarenta años y el respetado docente Luis Mariano Navas Curiel uno de los profesores más queridos y recordados en Monguí, allá enseñó, se enamoró, se casó con Ana Felicia, la Reina anfitriona en el Segundo Festival en 1975, ya no está pero sus recuerdos entre nosotros le sobreviven.
De antemano expresamos en nombre de nuestro pueblo nuestra imperecedera gratitud a todos los amigos a quienes les hemos tocado la puerta y gustosos nos la han abierto de par en par, de grano en grano se llenará la gallina el buche, la generosidad de los amigos es suficiente cuando la indiferencia de otros hace frontera en los caminos de los sueños de beneficio común, todos somos necesarios pero en esto imprescindibles no hay, Dios sabe que no tenemos propósitos de negocio, sino de alegrar el alma colectiva, de alejar el fantasma de la muerte de nuestro pueblo, de rescatar valores.
Por eso se necesitaba de todo pero nada nos está haciendo falta, vamos para adelante, tomados de la mano llegaremos juntos a esa meta a donde está la alegría de un pueblo marchitado en los últimos años por la parca que se ensañó con nosotros llevándose a mucha gente que nos hace falta.
Los días 13, 14 y 15 de diciembre son cívicos, en nuestros corazones será una fiesta grande con sabor a pueblo, en paz y con felicidad, en 18 ediciones nunca se presentó un hecho de sangre y así será esta vez. Serán bienvenidos todos y todas aquellas personas de alma buena que sientan el deseo de disfrutar a plenitud de la gran fiesta de las Bodas de Oro del Festival más dulce del mundo. La bellísima María de los Ángeles Navarro Camargo es nuestra candidata anfitriona y con la imposición de su banda la fiesta comenzó.