La Fiscalía General de la Nación citó a Sandra Ortiz, exconsejera presidencial para las regiones, a una audiencia de imputación de cargos por su presunta implicación en el escándalo de corrupción que sacude a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd
La diligencia judicial ha sido programada para el próximo 29 de noviembre, en la cual se le imputarán los delitos de lavado de activos y tráfico de influencias.
El ente acusador ha anticipado que solicitará al juez de control de garantías la imposición de una medida de aseguramiento privativa de la libertad para Ortiz mientras se adelantan las investigaciones en su contra. La exfuncionaria es acusada de coordinar, junto a Sneyder Pinilla, exsubdirector de la Ungrd, el pago de hasta 3.000 millones de pesos al exsenador Iván Name, a cambio de promover la agenda legislativa del Gobierno en el Congreso.
Ortiz fue una de las primeras destituciones que surgieron tras estallar el escándalo en la Ungrd.
Entre las pruebas que la Fiscalía tiene en su contra, destacan conversaciones en chats que detallan su supuesta participación en el entramado de corrupción. En uno de esos intercambios, Olmedo López, exdirector de la Ungrd, recibe insistentes mensajes de Ortiz, quien urgía un encuentro el 25 de septiembre del año pasado en la habitación 2312 del Hotel Tequendama; esta reunión ocurrió días antes de la firma de un contrato por 46.800 millones de pesos para la adquisición de 40 carrotanques destinados a La Guajira, coincidiendo con las elecciones del 29 de octubre, en las que Name y Andrés Calle, ex presidente de la Cámara, tenían intereses políticos.
Otro chat clave involucra a Sneyder Pinilla, quien, según la Fiscalía, se comunicó reiteradamente con Ortiz para entregarle una suma en efectivo. De acuerdo con testimonios, se trataba de 3.000 millones de pesos que debían llegar a manos de Name; en los mensajes, Ortiz es mencionada como “la mensajera”. Estas comunicaciones están respaldadas por registros de celdas telefónicas que confirman la ubicación de los implicados en Bogotá, así como fotografías de bolsas con el dinero.
Sandra Ortiz ha negado todas las acusaciones, asegurando ser víctima de una persecución mediática que ha puesto en riesgo su vida y la de sus dos hijas. En declaraciones recientes, afirmó: “Yo soy una mujer sincera y yo llegué donde he llegado es por mi sinceridad. Les quiero decir a cada uno de ustedes ese perfilamiento que me han hecho, a esos pocos medios que me han hecho, que me han perseguido. Y por todas las noticias de los últimos días, hoy mi vida está en peligro y la de mis dos hijas. Las pruebas, por favor (…) Solo me preocupan mis hijas.”