Lo que inició como un Consejo de Ministros se convirtió en una intensa jornada de catarsis política dentro del Gobierno de Gustavo Petro. En el epicentro de la controversia estuvo la vicepresidenta y ministra de la Igualdad, Francia Márquez, quien evidenció su malestar, en particular, con la canciller Laura Sarabia.
Durante la sesión, transmitida en vivo, Márquez expresó su creciente frustración con el rumbo del proyecto político que, en su momento, abrazó con esperanza. “Nos conocimos en este proyecto, pero he visto cómo la gente se comporta. Y yo sí tengo miedo, presidente, y tengo temor, y tengo preocupación que nosotros terminemos cegándole los sueños y las esperanzas a un pueblo”, declaró.
La vicepresidenta denunció que el Ministerio de la Igualdad, lejos de ser una entidad sólida, fue un nombramiento sin estructura real. Además, señaló sentirse marginada dentro del gabinete y reveló que, desde su designación, dejó su carta de renuncia en el escritorio de Petro, lista para ser firmada cuando él lo considere.
“Mi carta de renuncia yo la puse desde el mismo día que usted me designó ministra de la Igualdad, y usted sabe que la puse en su escritorio, para que usted la firme cuando lo considere. Pero yo le aposté junto a usted a un sueño de cambio y de transformación. Y no pasa un día, presidente, en que no piense eso. Yo pienso en las angustias, y en las preocupaciones, y en el sufrimiento de la gente en este país”, sostuvo Márquez.
El encuentro cerró con una inquietante reflexión por parte de la vicepresidenta: ¿Cómo evitamos que este proyecto termine dilapidado? Una pregunta que refleja su escepticismo y deja en evidencia las crecientes tensiones dentro del Gobierno.