Comunidades energéticas y agua potable son los dos temas claves que trabajará la administración departamental de La Guajira con el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo.
La agenda conjunta de trabajo es el resultado de la presencia del gobernador Jairo Aguilar Deluque, en la celebración de la Semana Mundial del Agua que se celebró en Estocolmo.
El mandatario aprovechó su presencia en Estocolmo, donde además participó como panelista al tiempo que logró concretar una serie de estrategias en la búsqueda de solución a distintos problemas que no han permitido en el tiempo que la población vulnerable pueda disfrutar de una mejor calidad de vida por las dificultades para tener acceso al agua potable y el servicio de energía.
La experiencia del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo, en esos dos temas permiten al Gobierno departamental desde otra mirada dejar soluciones claras a esas comunidades vulnerables, además de cumplir con lo normado en la Sentencia T 302 de 2017 que ordena al Gobierno nacional, al departamental de La Guajira, al Distrito de Riohacha y a los municipios de Manaure, Uribia y Maicao la garantía de agua potable, seguridad alimentaria y salud a los niños y niñas wayuú de esos territorios para evitar que sigan muriendo por desnutrición.
Esta nueva apuesta del Gobierno departamental es clave para seguir abordando dos temas importantes para el Departamento, pero especialmente porque es una oportunidad para entregar resultados a las comunidades.
Se espera entonces que el gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar Deluque, y su equipo de Gobierno aprovechen de la mejor manera la alianza que puedan suscribir con el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo donde la Corporación Autónoma Regional de La Guajira también estará aportando desde su experiencia.
Se espera que a su regreso el gobernador concrete la alianza con el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo, para avanzar en los temas propuestos y al concluir su periodo de Gobierno demuestre que avanzó en la garantía de derechos de agua potable a los más vulnerables, además que las comunidades wayuu, dueñas de territorio, finalmente se conviertan en socios de las empresas que impulsan los proyectos de energía eólica para el sistema eléctrico nacional.