Desde la edad moderna de la civilizaciónoccidental, la forma de conocimiento científica se impuso a la popular, religiosa y filosófica a través de un método que trató de integrar la medición de la realidad desde lo cualitativo y lo cuantitativo en la relación sociedad-naturaleza.
El cultivo de las ciencias naturales y humanas demandó la creación de los niveles primario, secundario y terciario a través de instituciones educativas. A partir del medioevo, las universidades titulan a sus egresados (as) como profesionales de pregrado o postgrado (especializaciones, magíster o doctorados).
En el campo de las culturas, las artes y saberes en diálogo, las academias confieren el título de maestro(a), entre otros, en dibujo, pintura, plásticas, escultura, teatro, diseños y música. En esta última rama de la estética, esos diplomas con actas de grado incluido, se confiere a quienes asisten y aprueban los estudios en un Conservatorio de Música acreditado.
Es el caso de Manuel José Fernández Frías, que nació el 21 de julio de 1869 en Fonseca (Hoy La Guajira), quien desde los primeros años mostró su inclinación y vocación por la música. A los siete años ya le sacaba sonidos a la flauta.
Aprendió, de manera autodidacta en su adolescencia, a tocar el armonio de la iglesia de San Agustín y acompañar el coro parroquial. En sus veinte años, se va apropiando con alguna ayuda de músicos de oído del cornetín, el clarinete y el bombardino en las bandas de instrumentos de viento.
Con ese aprestamiento de ejecución se traslada a San Juan del Cesar (en ese momento, Magdalena) para integrarse a la agrupación musical de ese municipio y comienza a mostrar liderazgo para dirigirla. Es la semilla para fundar su primera banda de música de viento.
Buscando nuevos aires, antes de la Guerra de los Mil Días, se traslada a Valledupar, y allí organiza una segunda banda de música con predominio de instrumentos de boquilla para interpretar el repertorio de los ritmos de la época.
Ya en esta etapa de su vida está latente la inquietud de profundizar los estudios musicales para superar la condición empírica de los que se dedicaban a este arte.
Viudo llega a Villanueva (en ese entonces pertenecía al Magdalena), contrae matrimonio con Priscila Rodríguez. Mostrando sus dotes de profesor, capacita y organiza la tercera banda de música que bautiza visionariamente como ‘Nuevo Horizonte’.
Con hogar y dos hijos, en 1909, toma la decisión de irse a estudiar a la capital del departamento de Bolívar en el Instituto Musical de Cartagena de Indias que había sido fundado en 1898 por orden del presidente Rafael Núñez.
Fue alumno durante tres años del maestro Geovanni (Juan) de Sanctis de la Real Academia Santa Cecilia de Roma, traído a la ‘heroica’ como especialista en instrumentos de viento para desempeñarse como docente de Instituto Musical y organizar la banda de música de la Escuela Naval José Prudencio Padilla. Recibió doble titulación: maestro de instrumento de viento y dirección central sinfónica.
Una valoración del estudiante y graduado Fernández Frías, la hace en retrospectiva el Instituto Musical, hoy Institución Universitaria Bellas Arte y Ciencias de Bolívar – Unibac en los siguientes términos:
“El Instituto Musical de Cartagena abrió sus puertas en 1889. Fue su primer director el maestro Lorenzo Margottini y como director de la banda Sinfónica Departamental en 1891, el maestro Giovanni ‘Juan’ De Sanctis.
Allí comenzaron a verse los verdaderos frutos del instituto de cuyas aulas surgieron grandes figuras, algunos considerados ‘prodigios’ de la música en nuestro medio, y quienes alcanzaron renombre local, nacional e internacional, constituyéndose en clara demostración de la prestancia de Cartagena en la academia musical, y ejemplo a seguir para las generaciones de músicos que actualmente se forman en el ámbito local. Tenemos, por ejemplo, a Manuel José Fernández Frías, quien realizó una intensa tarea de pedagogía musical en diferentes pueblos de La Guajira, a Simón de Jesús Vélez Gómez, pianista y compositor, y a Juan De Sanctis Blanco, gran violinista”. (Página 280).
Manuel José Fernández Frías, después de haber estudiado en Cartagena a sus cuarenta años, al fundar en Villanueva la Academia de Música ‘Nuevo Horizonte’ con influencia en todo el Caribe oriental colombiano, formar más de trescientos músicos y organizar once bandas de música de viento, confirma su condición de MaestroMayor y cabeza hoy de la Dinastía Fernández.