Por Hernán Baquero Bracho
Villanueva y La Guajira poseen mujeres de exótica belleza, que siempre resplandecen por su hermosura y quedan para siempre reflejadas en el alma y en el corazón de cualquier mortal. Son ellas, las que marcan siempre un glamour de porte y elegancia generando más de un suspiro. Suspiros del alma que se anidan en lo más recóndito de los sentimientos que lo vuelven a más de uno soñadores y poetas.
A mí me ha pasado con una mujer tan espectacular en belleza, que no solo es la física sino la espiritual. Ella es un manojo de buenos sentimientos, que en mi caso me he convertido en el más resplandeciente gladiador de una reina que enamora con su mirada y con su sonrisa, ahí si saca suspiros de ensoñación. Me ha vuelto tan soñador, primero me inspiré con la reina, luego la súper reina de mis sentimientos y hoy me atrevo a decir que es mi reina por siempre.
Ella, mi catira hermosa que contagia con su sonrisa y su don de gente, ha sido la más importante quimera de amor que ha llegado a mi vida, en los últimos años. Ella es elegante por fuera, pero más elegante por dentro donde los sentimientos se convierten en poesía y las expresiones llenan el corazón de un hombre soñador y es cuando un palpitar me hace vibrar como si estuviera en un examen de matemáticas de mi lejana primaria y una punzadita siento de solo oír su voz, de solo ver un chat, donde quisiera volar por las líneas del Whatsapp y expresarle todas mis cuitas de lo que vale y pesa en mi existencia.
Ella, mi catira hermosa, es y será para siempre mi reina, mi amiga que yo quiero, mis sentimientos hechos poesía y el palpitar de mi corazón de una mujer tan bella y tan noble que irradia los sentimientos más puros que cualquier mortal sería feliz de encontrar en esa quimera de amor que me ha vuelto soñador, y de sentir la pasión pura y cristalina como el río de agua viva que desciende desde la montaña y cuando pasa por el frente, se siente ese fresco y esa paz que uno quisiera con la fe puesta en Dios, que fuera su compañera por los siglos de los siglos.
Mis queridos lectores, las almas gemelas sí existen. En cualquier momento se encuentran en el universo y cuando eso ocurre, se sienten felices y contentas en todo lo que comparten. Los mismos gustos, los mismos ideales, las injusticias las aborrecen y sus corazones parece que hablaran con sus miradas, sus sentimientos son manantiales como el agua viva que inundan cada poro y cada célula y es cuando expresan, nosotros nos conocimos en otra vida y ahora volveremos a ser felices. Cuando el universo se conspira para que nuevamente las almas gemelas se encuentren y vuelvan a vivir lo que vivieron de esa manera natural. ¡Bendito sea Dios!
La belleza de una mujer, no solo se mide por su físico, sino por su interior. Mi reina por siempre, por fuera es espectacular en hermosura y donaire, donde llega, más de un suspiro genera. Su interior es como un manojo de luz resplandeciente, hecha de un molde único, de dos personas que se amaron, como fueron sus padres, la crearon con todo el sentimiento de dos almas enamoradas que se encontraron y fueron muy felices en Villanueva. Pero además la reina por siempre, además de su belleza física y espiritual posee un grado intelectual fuera de serie. Una ejecutiva que ha sido exitosa en su devenir histórico.
Para ti reina por siempre, tengo palabras de aliento y poesía que flota en el viento con fuerza que tiene el alma mía. Tu eres la esperanza que en versos y flores mitiga el alma y mata el dolor, con el viento fresco que trae la mañana, en un día cualquiera en la Villanueva mía.