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En la historia de la humanidad ha habido varias pandemias, o sea enfermedades que abarcan la población de todo el globo terráqueo; estas han sido de altísima mortalidad, o sea de muchísimas muertes.
También ha habido epidemias que son enfermedades que se dan solo en una amplia región del mundo o en un continente; estas han sido de considerable mortalidad y de altísima morbilidad, es decir, enferman además a mucha gente.
Como dato histórico y epidemiológico refiero que pandemias han sido más de 11 en la historia del mundo y de esas, solo en los 24 años transcurridos del Siglo XXI se han padecido 4 y todas de tipo infeccioso y ha sido el sistema respiratorio el principal afectado. Epidemias de ese tipo han sido muchas y como se definió, el espacio geográfico y la afectación humana también ha sido menor.
Mi alerta va por una afectación que se está asentando en gran parte de la población mundial, desde niños ya, hasta jóvenes y adultos. Esta afectación se viene dando desde el año 2001 cuando salen al mercado teléfonos celulares más modernos que además de los servicios básicos de llamada y mensajes de texto les adicionan conectividad a internet, descargas de archivos, señal de televisión, videoconferencias; en 2005 wifi. Es decir, unas pequeñas computadoras.
La afectación a la que me referiré, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se llama de manera general Desórdenes Músculos-Esqueléticos, y está relacionada con el uso de estos teléfonos celulares. También se denomina Lesiones por Trauma Acumulativo.
Con esta referencia de la afectación sería aceptable para quienes hacemos parte del sector salud, principalmente, que por la connivencia con este trastorno se le denomine Epidemia de Desórdenes Músculo-Esquelético por su alta incidencia y prevalencia, lo que quiere decir que ya hay mucha gente en todo el mundo con estas molestias y lesiones. Tendrían que ser entonces los expertos de ese organismo mundial a quienes, por definición, deberán declarar o una Pandemia o una Epidemia de origen físico, ergonómico y biomecánico condicionada por el avance tecnológico y la popularización que han alcanzado estos equipos.
Las motivaciones que he tenido para hacer esta columna ha sido por observar el abuso que cometemos en el uso de los teléfonos celulares, por las causas de consulta en mi práctica médica privada y por el conocimiento de las estadísticas médicas de ocurrencia de enfermedades músculo-esqueléticas con asiento en cuello, hombros, codos, muñecas, manos y espalda total. Estas enfermedades de origen no profesional han ido desplazando otras enfermedades tradicionales porque se están diagnosticando más casos relacionados con el uso de estos dispositivos móviles que al ser usados en malas posiciones o inadecuadas y usados por largos y continuos periodos de tiempo… diferentes segmentos del cuerpo sufren los embates que esta carga física estática, mayormente, produce y que van desde fatiga y molestias ligeras hasta molestias muy agudas, o sea dolor y pérdida de funcionalidad de esos segmentos, hasta efectos crónicos o de existencia de dolor permanente.
Ya es común que algunos nos quejemos del desarrollo de las reuniones familiares o de amigos; del ambiente en restaurantes y otros sitios que antes eran muy agradables para compartir, conversar, interactuar con otra persona o con grupo de personas; hoy mira uno a todo mundo ‘con la cabeza agacha’ y concentrados en su chateo que y hasta comemos y tomamos sin saber que nos sirven; ejemplo, “ya no se detectan o hay pocas quejas por moscas o pelos en la sopa puesto que ya nadie mira que le sirvieron”. También en padres de familia e incluso entre parejas de esposos ya hay quejas y disgustos porque varios de los hijos o uno de ellos se mantienen muchas horas usando el celular; incluso, la mujer o el marido están en lo mismo.
De manera graciosa me escenificaron una visita del novio a la novia: “se saludan y de ahí cogen cada uno el celular y estando uno frente al otro conversan es por chat y esto durante todo el tiempo de la visita, 1 o 2 horas”
Esta mala práctica del uso del celular conlleva a que la persona doble el cuello para mirar la pantalla y ahí permanece durante mucho tiempo; esto se llama flexión sostenida de cuello, es una posición forzada. O para ponerse el celular al frente le toca estirar los brazos y levantar el hombro incurriendo la persona en flexión de hombro sostenida. A veces para posicionar el teléfono le toca separar el brazo del tronco o pecho y eso se llama abducción; como lo hace por largo tiempo tipifica así una posición sostenida o forzada. Mucha gente dura varias horas sentada chateando o intercalando el trabajo de oficina con chateo social; esto demanda una posición sentada de largo tiempo y muchos no se percatan del tipo de silla que se sientan lo que contribuye a molestias de espalda.
En los hogares, muchos después que se cansan en la silla se pasan a camas o sofás e igual adoptando malas posturas. El chateo implica escribir en el dispositivo, sostener el teléfono en las manos con los dedos y el digital implica movimientos repetitivos con unos dedos y posición de agarre sostenido con otros. Todo esto da molestias y cansancio. Las personas al sentir esto lo que hacen es mover el cuello o los brazos y manos; esta es la señal de acumulación de trauma: el dolor pasa y al día siguiente o más tarde cuando vuelve a chatear, reaparece.
Todo esto que hemos descrito es lo que ha aumentado las estadísticas de los diagnósticos de cervicalgia (dolor en el cuello), hombro doloroso (dolor en los manguitos rotadores), dolor en manos o dedos pulgares principalmente (Tenosinovitis), dolor en la espalda (lumbalgia y dorsalgia).
Nos estamos enfermando aguda y crónicamente de manera silenciosa.
Para prevenir esas lesiones sugerimos una manera adecuada para chatear: cuello y tronco recto; brazos pegados al tronco, los codos haciendo una V; el celular a la altura de los ojos y a una distancia apropiada que no lo obligue a estirar los brazos para ver bien. Agarrar el celular desde la cara posterior y por el borde lateral con los dedos 2, 3 y 4; sostenerlo con los dedos meñiques por el borde inferior. Digitar con los dedos pulgares y el contacto táctil de pantalla como le sea fácil, sin exceder tiempo. Descansar, cambiar de posición (caminar, mover, estirar cuello, tronco y los miembros superiores durante 5 minutos cada 20 minutos).