Antes de referirme al discurso del presidente de la Asociación Nacional de Industriales deseo hacer un breve preámbulo como justificación del porqué empleó un tono conciliador en sus palabras cuando, por el contrario, en estos momentos aciagos de la nación, solo invita a que se escuche los estados de la ira que se reflejan en los medios virtuales y la opinión pública con adjetivaciones duras que muestran rabia, descontento y que son las respuestas al desgobierno.
Las palabras tan generosas del presidente de la Andi solo podrían justificarse cuando los intereses de la nación y del pueblo están por encima de los particulares. Esa actitud es admirable. Y eso es lo que se planteó en el congreso gremial: La radiografía de los errores y sus fórmulas para corregirlos.
Fue y es un gesto ejemplar en que el dirigente gremial observa e invita a la prudencia, a la calma y para que moderemos el verbo agresivo para cambiarlo por otro amable y más respetuoso. El presidente y sus ministros deberían tener en cuenta esta actitud.
Sin duda, la crisis por la que atraviesa el país en todos los órdenes da para muchas reacciones. Pareciera que el caos hubiera dado motivo al nacimiento, desde luego espurio, a una serie de repúblicas independientes dentro del territorio nacional, en la que cada liderazgo que asumen los diferentes grupos, cree tener derecho y autoridad para hacer las veces de jefe de Estado, y por ello, la gran confusión y el desgobierno. El peligro, es inminente.
Por ello, me ha llamado poderosamente la atención el discurso del presidente de la Andi, Bruce Mac Master, personaje que lleva sobre sus hombros la gran responsabilidad de la clase empresarial del país para expresar de modo pacífico, reflexivo, amable, amigable y participativo, una posición que invita al presidente Petro a que reflexione, o por lo menos, que tenga en cuenta que un país sin empresa no da cabida a la existencia de la clase obrera, y desde luego, no habría la más remota posibilidad de un crecimiento económico, razón más que suficiente para que la invitación a mejorar la relación gremial y gobierno sean soportes para el crecimiento económico y social de la patria.
Apartarse de ese sano criterio expuesto por Andi seria generar pobreza y más miseria, por lo que se incurriría en edificar una Colombia inhumana.
No creo pues que ese sea el deseo del presidente, porque el país abriga la esperanza que escuche con atención al gremio económico para bien de todos.
Colombia necesita ajustar cosas que mejoren la equidad social, pero con justicia. Eso es urgente, y hay que hacerlo, pero por la via democrática. Todo eso puede darse de modo concertado, pero no violando las leyes, ni la Constitución, ni menos impositivamente.
Los empresarios son el motor de la economía de un país. Si el señor presidente de verdad desea hacer historia y cambio, debería intercambiar opiniones con los gremios, que son el barómetro que mide cómo anda la economía del país, y su reflejo internacional, como su incidencia en la población sufrida del país.
La experiencia empresarial puede aportarle al Gobierno todos los correctivos para hacer más viable vivir en esta nación.
Destaco la categórica afirmación de Mac Master, al decir que en este país nacimos y por él estamos obligados a luchar, por lo que los empresarios no se doblegarán ante las adversidades. Ojo con esas palabras que muestran que la compresión y la tolerancia no excluyen el carácter y las determinaciones firmes para sostener la templanza.
No escapa al más desprevenido transeúnte que el presidente concentrará su atención mucho más en el proceso electoral que la sanidad económica del país. De ser así, sería muy lamentable, por lo que se vislumbraría que los meses que vienen serán desastrosos para la nación, su economía y en especial su seguridad.
Solo me resta enviarle a Bruce un fuerte abrazo y felicitaciones. De igual manera al gremio y los gremios de otras denominaciones, que son el soporte económico de la nación.