Por Osvilder Pérez Ustate
“Tu voz es importante para nosotros”
Desde el comienzo, cuando el hombre tuvo consciencia de política y sus sistemas de Gobierno –desde la Grecia antigua, base de la sociedad occidental de hoy– las naciones o reinos siempre se han dividido en dos corrientes, ideologías o pensamientos políticos: democracia y monarquía en Grecia. En Roma la República y monarquía que triunfó con Julio César y los César – emperadores romanos y queda como testimonio de ese enfrentamiento el asesinato de Julio César por Bruto y compañía, hijo criado de Julio César pero defensor de la ideología de la República.
Con el renacimiento en el siglo XV y XVI después del oscurantismo de la escolástica de la religión Católica en la edad media, comienza un despertar de consciencias que acompañada con la reforma de Martín Lutero, invitan a esa sociedad al debate, al enfrentamiento de ideas, de que la verdad toda no estaba dicha y no existía en hombre una verdad absoluta; que termina con la Revolución Francesa, la Independencia de EEUU y la Revolución Industrial, con la derrota de la monarquía y el feudalismo y dan paso a un nuevo sistema de Gobierno, de producción y de pensamiento: democracia y burguesía con libre cambismo o liberalismo a los muros proteccionistas en la frontera de la economía, la creación de partidos políticos y se retoman el concepto de República y democracia de Roma y Atenas.
En Colombia con el Grito de la Independencia en 1810 se dividen en centralista y federalista, triunfando los centralistas cuando Nariño dijo que su comandante era Jesucristo, ese triunfo todavía nos pesa a La Guajira; luego en 1850 se crean los partidos políticos en Colombia, Liberal y Conservador; llegan las ideologías políticas y nos inundan, ya a finales del siglo XIX se habla de regeneración y se intensifica esa lucha ideológica política con la Guerra de los Mil Días y prosiguió a pesar de haber finalizado la guerra entre los dirigentes pero seguida por el pueblo contaminado y enfermo por estas ideologías políticas hasta su estado máximo con la muerte del caudillo Gaitán; el cambio de bando de Rojas Pinillas por su crecimiento en el pueblo obliga a la clase política a pactar, de ser dos a ser uno; pero con el surgimiento del comunismo soviético, chino y cubano nace un nuevo concepto que pasa a ser la otra opción contraria al unanismo del frente nacional, nacen dos nuevos conceptos políticos a finales de los ochenta: derecha e izquierda. En todo el proceso, los muertos los puso el pueblo sin saber en realidad el por qué y por qué siguen igual.
Pero como sucedió con la escolástica católica del medioevo, con la monarquía en Europa; ya caduca la democracia representativa con la revolución de las telecomunicaciones y sus redes sociales, internet, el ciberespacio y el concepto de aldea global virtual y comienzo de la era de la biotecnología; para dar paso a la democracia participativa con la participación ciudadana.
El pueblo siempre ha sido dominado por un pensamiento o ideología ya sea religioso o político; en nombre de Dios, del reconocimiento de los derechos o de la libertad o en nombre de un hombre o caudillo. Pero ha llegado el momento que él mismo tome su decisión en forma directa en consenso. Los políticos, así como en el mundo, en nuestro país por su ideología se radicalizan y los muertos los pone el pueblo, ya basta de que pongamos los muertos y sigamos en las mismas necesidades y sufrimientos, es hora de que nosotros tomemos nuestras decisiones con la participación ciudadana y nuestros empleados públicos las hagan; es hora de la democracia participativa, ya la democracia representativa hace parte del hades de los héroes nuestros. No podemos caer otra vez en esa radicalización de los políticos, ya la política como concepto se ha degradado, debemos dejar los conceptos de ideologías políticas como algo personal, ya en estos tiempos no le hace un beneficio, le hace un perjuicio; ya esa lucha por pensamientos o ideologías políticas pertenecen al pasado, al Siglo de las Luces; pertenecen al siglo donde eran necesarias, era un paso en la evolución.
Así como sucedió con la religión con la escolástica Católica, con el renacimiento y la reforma luterana así debe suceder con la política en los tiempos de las telecomunicaciones y de la participación ciudadana; los nuevos conceptos para la construcción de ciudad, de municipio, de Departamento, de nación; es proyectos de nación, proyectos de ciudad, proyectos de municipio, visión de ciudad, ideas, propuestas para el desarrollo y el progreso, etc. la tentación del dinero o la corrupción no es cuestión de ideologías políticas, eso es cuestión de valores y principios de cada persona del espíritu que lo formó, de sentimientos como la avaricia o la codicia; aunque también en muchos casos de necesidades.
Llegó el momento del cambio; ese es el cambio en nuestro tiempo. La evolución.