No puede dejar de ser una preocupación para nosotros los guajiros cuando van planteando o insinuando aspiraciones a cargo de elección popular algunos ciudadanos que lo primero que tienen que salir a hacer es confirmar que no tienen inhabilidades, o incompatibilidades u otro tipo de impedimento legal o jurídico que les vayan a servir de talanquera o guillotina en sus propósitos, y también revisar que no tengan hechos o evidencias que les sirva de material probatorio a contradictores y anónimos denunciantes para armarles su ‘paquete’ inmediatamente si llegan a ser ganadores e instaurarles sus demandas.
Sin entrometerme en lo ético o lo moral de algunos precandidatos o aspirantes, estos son aspectos que, para muchos, pero para muchos ciudadanos tienen gran valor e importancia aun cuando precandidatos y asesores de campaña miren con desdén esos valores humanos y sociales. Piensan que al pueblo no les importa.
Esos aspirantes, algunos ya lo han expresado, piensan inscribirse por aval de partidos o movimientos políticos, o por firmas como grupo significativo.
Ante estos anuncios de propuestas de posibles candidaturas, inmediatamente cuando suenan sus nombres o se ven sus videos y de frente o subliminalmente mandan mensajes que llevan implícito aspiraciones, se activan comités de aplausos o salen fanáticos a vitorear por redes sociales con emotivos audios y videos, o con escritos despenalizadores de esos aspirantes.
Lo hacen unos y otros sin el menor temor de las consecuencias políticas o reputacionales que para un municipio y principalmente para nuestro departamento de La Guajira, esto conlleva debido a los antecedentes de corrupción y de canibalismo político que tenemos; no miden que somos un departamento vulnerable y muy débil política y administrativamente en el concierto nacional; no miden que nuestra más grande estigmatización a nivel regional y nacional ha sido precisamente por la caída de gobernantes elegidos popularmente o designados. Todos con plena conciencia que tenían impedimentos para ser elegidos o encargados,y ahora, los siguen teniendo para aspirar o volver aspirar: 1) o porqué participaron en eventos o actividades prohibidas por ley y 2) o porque algunos han estado o están involucrados en gestiones ‘non sanctum’ como funcionarios públicos o como intermediarios o ‘calanchines’, como decimos por aquí, y saben que al aspirar y más aún si son elegidos, deben aclararle primero al pueblo y después a la justicia.
Quiero abrir los sentidos y apelar a la sensatez de precandidatos o aspirantes que saben que tienen sus llagas incurables de tipo político políticos, legales, jurídicos, morales y éticas y que les pueden causar decepción más adelante…que tengan ecuanimidad, que no sean candidatos de la soberbia, de caprichos, o de la prepotencia e imposición; que no se conviertan en retadores de la justicia y vayan actuar como ciegos para aspirar, pero con los ojos bien abiertos persiguiendo poder por el poder para su ego o sus beneficios.
Aprovecho para alertar a la ciudadanía guajira para que tenga bien en cuenta, bien presente estos rumores que, así como otras veces, generalmente esos rumores se convierten en realidades.
Alertar para que no desperdicien su voto, para que no voten por candidatos que aun cuando salgan a la prensa y a la radio diciendo que están limpios de pecados, saben muy bien de sus llagas, y aun cuando hayan abogados con voz en cuello diciendo por todos los medios “que no tienen problemas esos candidatos”, ellos también saben y acolitan el engaño.
Es pertinente recordar a cuántos de esos desobedientes que les señalaron o advirtieron previamente sus inconvenientes han bajado de los cargos para los que fueron elegidos o encargados y que aun insisten creyendo que esto es más de astucia que de legalidad.
Es por esos ‘shakiros’ que en poco tiempo, en dado caso, nos iríamos a nuevas elecciones, con todo lo que esto implica para unos municipios o un departamento sin recursos económicos para financiar esos gastos teniendo otras prioridades. Son esos que sabiendo que tienen ‘cable pelao’, engañan con su dinero, con su retórica embaucadora y con maniobras maquiavélicas; juegan de manera indigna con la necesidad, el hambre y la pobreza de la gente a través de dádivas, y así con plata constriñen olímpicamente a los ciudadanos y ciudadanas y compran conciencias para decirle después a los electores, cuando están afuera por sus terquedades y egoísmo, que «me sacaron por persecución política», pero aun estando afuera ya, no reconocen que estaban impedidos, que no podían aspirar y aspiraron mintiendo.
Por todas las redes sociales, por la prensa regional y nacional nos han hecho inventario de los impedidos para las próximas elecciones y para las diferentes dignidades y nos han señalado en cuáles municipios están; al parecer hay precandidatos a las alcaldías presuntamente impedidos de una u otra forma en La Jagua, en San Juan, en Villanueva, en Maicao, en Albania, en Riohacha, en Uribia, en Barrancas, en Hatonuevo, y, los que faltan.
Ojo, que así están muchos para Gobernación, Asamblea y concejos.
Dentro del seguimiento que con amigos estamos haciendo a esto, nos ha llamado la atención el desparpajo, la adustez y ‘cara pelá’ con que siguen orondos y orondas en sus promociones. Y tienen de particular un discurso común y es: defender a La Guajira y a sus respectivos municipios.
En realidad, si fueran sensatos deberían entender que la defensa de sus territorios y del Departamento comienza por no exponerlo a gastos onerosos por caprichos y avaricia de poder de muchos.
¡Maleiwa, salva tu tierra! Llévales la palabra a todos esos impedidos y hazlo entrar en razón por el bien de tu tierra y para impedir mas ignominia de esta tierra donde nace el Sol, pero donde muy temprano se ocultan las esperanzas colectivas porque primero están los intereses personales, y por tal, nos acostumbramos a humillar al líder, al activista y al elector que sea, por el hecho de tener el poder, municipal o departamental, a como sea.