La pluma dorada en esta ocasión, moja las líneas sagradas de la inspiración, con las espumosos olas saladas del mar Caribe, ese que baña los pies descalzo de los manaureros y por supuesto el lenguaje mágico del poeta y narrador, que llega a tener la dicha existencial, de ser acariciado por el vay y ven de sus olas.
Esta tierra de la sal, una de las riquezas más grande que tiene La Guajira, cuenta con la dicha de haber parido varios hijos ilustres, entre ellos quien no solo ha aportado a Manaure, sino a cada rincón de La Guajira, él es, su honorable hijo ilustre, Kaloy, su nombre Carlos Arturo Robles Julio, es Ingeniero de Petróleos de la Fundación Universidad de América, Especialista en Diseño y Evaluación de Proyectos, Especialista en Finanzas y Magister en Administración de Empresas de la Universidad del Norte.
En la actualidad se ha venido desempeñando como rector de la Universidad de La Guajira desde el año 2009, desde allí, ha demostrado que ser un manaurero preparado significa, tener capacidad de gestión, una alta calidad administrativa, ser conocedor del lenguaje del liderazgo y manejo administrativo de aquello que se le asigne.
En este caso como rector de la Institución de formación superior del Departamento, ha impulsado ejes fundamentales en su propuesta de gestión “Academia y Proyección Social”, basada en el fortalecimiento de la investigación y la extensión, propuesta por supuesto alcanzada, cuenta la universidad con cuatro sedes, en Riohacha la principal, otras en Maicao, Fonseca y Villanueva, increíble, lo que ha permitido la vinculación de nuevos docentes de planta, calidad académica y la internacionalización de este centro de formación profesional, de que sabe, sabe y muestra resultados.
Es tanta la dinámica, la creatividad de Kaloy, que en pandemia logró mantener un equilibrio entre virus, las circunstancias, las emociones de sus estudiantes y maestros, con los procesos académicos de la Uniguajira, no permitió que este lamentable hecho mundial fuese inferior a la energía y la esperanza que inyectó a su impecable gestión.
El desempeño de este guajiro ha permitido que su nombre no esté plasmado en la memoria y el corazón de estudiantes, egresados, maestros y población Guajira en general, como un simple rector, claro que no, es imposible que como buen manaurero y guajiro, no le pone el alma, a todo aquello que la vida le da la oportunidad de dirigir, claro que lo hace pensando en crear estrategias significativas, que genera calidad en cualquier desempeño, pensando en todas las partes, que conforman ese todo.
Estas líneas que son leídas por usted, no han sido plasmadas porque sea cercana a este distinguido caballero, realmente no se necesita estar cerca de la persona, para reconocer el valor de todo aquello que hace, no cualquiera llega a repetir por varias ocasiones una rectoría de una universidad y menos si sus acciones son negativas, lo está haciendo bien, La Guajira se lo reconoce y el tiempo lo aprueba.
Arturo Robles Julio, el querido Kaloy, un rector de alta calidad en su desempeño, uno de los manaureros más influyentes, que no cabe duda, que ya escribió su nombre en la historia de las grandes transacciones del departamento, en materia de formar a grandes profesionales, es por eso que cuando se escucha su nombre, este se asemeja a la musicalidad que se produce del jugueteo, que hace el viento con las olas del mar, esa misma que atrae a propios y ajenos en la bellas tardes, en el que se puede conectar la grandeza del ser con el inmenso mar Caribe.