El paro armado del ‘Clan del Golfo’, que comenzó el jueves pasado e irá hasta el martes, se realiza en represalia por la extradición a EE.UU. de su máximo jefe, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, el miércoles pasado.
Ese grupo ha restringido el comercio, el desplazamiento de vehículos por carreteras y la movilidad de las personas, amenazando con ataques a quienes transiten por las vías, incluso si van en caravanas escoltadas por el Ejército, en varios departamentos de Colombia, donde decenas de miles de personas viven días de zozobra.