Varios medios de comunicación de Estados Unidos reportaron que las tropas de Rusia ya recibieron órdenes de sus superiores de iniciar una invasión a Ucrania, citando fuentes de inteligencia anónimas.
The Washington Post citó de un funcionario del Pentágono que más del 40% de las tropas rusas en la frontera con Ucrania ya estaban en posición de ataque y que los trabajos para desestabilizar a esa nación de Europa Oriental ya habían comenzado.
A esto se suman las declaraciones del secretario de Estado, Antony Blinken, quien el domingo volvió a decir que Rusia está a punto de invadir Ucrania.
Por su parte, el Kremlin insiste en que no está planeando una ocupación militar de su vecino hacia el sur, aunque sigue demandando garantías de seguridad como la retirada de la OTAN de Europa Oriental. Esa petición ha sido rechazada por las potencias de occidente.
A todo esto se suma que las hostilidades en el este de Ucrania siguen incrementando en los últimos días. Allí, los rebeldes prorrusos hicieron un llamado a movilización general para todos los hombres que estén en condiciones de combatir, previa evacuación de civiles hacia Rusia.
Los rebeldes prorrusos de la región del Donbass acusan a Kiev de querer atacarlos. Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, hizo un llamado a un cese al fuego inmediato en el frente.
En medio de estas tensiones, el presidente de Francia Emmanuel Macron, emergió como mediador entre los presidentes de Ucrania y Rusia para lograr una solución pacífica al conflicto. El mandatario galo sostuvo una conversación telefónica con Putin y Zelenski, en la que ambos jefes de estado en disputa acordaron reforzar los canales de diálogo.
Pese a todo esto, Rusia sigue con sus ensayos militares en la frontera de su país con Ucrania, y también en Bielorrusia, otro país que también limita con el territorio ucraniano.