Este 25 de diciembre el mundo cristiano y también gran parte del mundo secular celebra la Navidad, fiesta anual que sirve para conmemorar el nacimiento de Jesús. En este día, las familias y amigos se reúnen en sus hogares para celebrar, comer juntos y compartir tiempo que normalmente no suelen tener el resto del año.
Sin embargo, los conocedores de la historia del nacimiento de Jesús saben que es poco probable que el fundador de la iglesia cristiana hubiese nacido un 25 de diciembre. Apartes del relato bíblico de la primera Navidad y evidencia histórica apuntan a que Jesús probablemente nació a finales de septiembre o comienzos de octubre.
Teniendo en cuenta lo anterior, llega el momento de explicar por qué se celebra la Navidad en diciembre y no en la que sería su fecha correcta. En el siglo IV, el papa Julio I decidió ayudar al emperador Constantino ‘El Grande’, a terminar los conflictos entre cristianos y no creyentes en el Imperio Romano.
Cuando el cristianismo apenas comenzaba, los ciudadanos no convertidos a la nueva fe, solían celebrar las saturnalias, unas fiestas paganas que coincidían con el solsticio de invierno, celebradas en honor al dios Saturno. Durante esos días, las personas hacían fiestas, banquetes y celebraciones que llegaban a su punto máximo el 24 de diciembre, día en que las familias ricas se reunían para cenar, beber, bailar, y entregarse regalos que eran abiertos al amanecer del día siguiente, el 25 de diciembre, fecha en la que también se celebraba el ‘natalis solis invicti’, o en español, ‘Nacimiento del sol invicto’, fiesta asociada al dios Apolo.
Además, durante las saturnalias los romanos acostumbraban a adornar sus casas con velas encendidas y plantas.
Ya en el siglo cuarto, los cristianos y quienes no seguían a Jesús se trenzaban en fuertes conflictos violentos debido a las diferencias causadas por las fiestas paganas de diciembre. Ante esta situación, el papa Julio I decidió cristianizar las saturnalias instaurando la celebración del nacimiento de Jesús para el 25 de diciembre, relegando a los dioses romanos de las festividades de fin de año.
Desde entonces, la tradición de celebrar la Navidad el 25 de diciembre se ha mantenido en la mayor parte del mundo. Solamente algunas confesiones cristianas que aún trabajan con el calendario juliano celebran esta fiesta el 6 de enero.